Julia
Los días pasan poco a poco y sin darme cuenta ya hace tres semanas que llegué a la residencia después de Navidad.
Febrero acaba de comenzar y con él se acerca el plazo que tengo para decidir si acepto o no irme a estudiar a Estados Unidos.
Por una parte me hace ilusión, se que voy a aprender mucho y que esto va a ser bueno para mí, además mis padres y amigos me apoyan; pero por otro lado hay algo que me dice que no vaya, al fin y al cabo irme el último cuatrimestre me va a suponer hacer los exámenes allí, cosa que aumenta las posibilidades de suspender.
Además está Carlos... a él no le he contado nada pero una parte de mí quiere saber que piensa de que me vaya a pesar de que ya no nos hablemos.Salgo de mi habitación para ir hacia la biblioteca, tengo algunas cosas que hacer esta tarde así que lo mejor será ir allí para no distraerme.
Camino sumida en mis pensamientos y cuando llego me siento en una mesa vacía y saco mis libros; no pasa mucho tiempo hasta que escucho a alguien reírse a unos metros alejados de mi, son Carlos y Marilia.
A pesar de que ella sea una de mis mejores amigas estas últimas semanas se ha mantenido muy unida a Carlos, de una manera exagerada bajo mi punto de vista, no sé si le gustará porque siempre que le pregunto lo niega, pero si acaban juntos ella va a acabar sufriendo.
Continúan riéndose, Marilia parece estar buscando algo en una estantería y Carlos le ayuda sujetando una pila de libros que cada vez es más grande, en un momento dirigen la mirada hacia mí y desgraciadamente me ven.
—¡Juls! —exclama Marilia acercándose a mi, cosa que hace que Carlos la siga —estoy buscando información sobre la respiración celular, ¿sabes algo de eso?
—Estoy estudiando magisterio, no enfermería —respondo intentado acabar esta conversación cuánto antes.
—Tienes razón, nos han mandado un trabajo y no podemos usar internet así que estoy un poco perdida.
Justo entonces Carlos llega hacia nosotras, intentó evitar fijarme en él pero me cuesta un poco, sobre todo porque hace tiempo que no lo tenía tan cerca.
—Oye —dice Marilia llamando mi atención —¿vas a la fiesta del viernes?
—¿Que fiesta? —pregunto intrigada.
—¿No te has enterado? Han organizado una fiesta para celebrar el comienzo del segundo trimestre, solo podemos ir las personas que vivamos aquí.
—¿Y donde es?
—En una habitación enorme que usan para reuniones, van a quitar lo que hay y van a montar una fiesta. Tienes que venir.
Me quedo unos segundos callada dudando en que responder.
—No se si me apetece mucho...
—Va Juls, llevas unas semanas súper rara, debes divertirte un poco para volver a estar alegre de nuevo.
Me fijo en que Carlos no ha despegado sus ojos de mí en ningún momento, me mira con tristeza, como si le diese pena que yo estuviera así, creo que se siente culpable, pero se lo merece.
—Ve, será divertido —comenta Carlos, cosa que me sorprende ya que hace semanas que no hablamos.
Quizá Marilia tenga razón y necesito empezar a sonreír de nuevo.
—Esta bien, iré.
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No confío en ti ||Julright||
Teen FictionLos dos llegaron a la residencia con una promesa. Ella no iba a confiar en el hijo de la persona que casi mata a su padre. Él iba a pasárselo bien sin importarle nada ni nadie. Ninguno de los dos cumplió con su objetivo.