•Capitulo treinta y uno•

485 25 4
                                    

Julia
No voy a negar que estoy nerviosa, estar sentada junto a Carlos después de casi un mes sin dirigirle la palabra me produce muchos nervios, pero a la vez expectación por saber que ocurrirá.
Me quedo mirando nuestras manos entrelazadas sin saber muy bien como empezar esta conversación, mi idea de esta noche era divertirme y ligar con cualquier chico para olvidarme un poco de Carlos y al final aquí estoy, hablando justo con la persona que quería evitar, y lo peor es que me acabo de dar cuanta de que es lo que necesito.
—Se que no vamos a volver —comienzo a hablar manteniendo la mirada en el suelo —pero esta situación me está matando.
Me quedo en silencio durante unos segundos esperando a que Carlos hable, pero como no dice nada continúo yo.
—No se que has provocado en mi, pero sea lo que sea has hecho que no te pueda olvidar —empiezo a notar que tengo un nudo en la garganta —tú no me quieres pero yo a ti sí, y quizá por eso me es imposible seguir estando enfadada contigo.
Noto que la mano libre de Carlos se acerca a mi para sostener mi barbilla y hacer que lo mire, para mi sorpresa no está sonriendo como pensaba que iba a hacer, a pesar de la oscuridad puedo distinguir que tiene los ojos llorosos. La expectación por no saber que va a decir me está matando y noto mi corazón latir con fuerza.
—¿Que te pasa? —pregunto frunciendo el ceño.
—He sido un idiota, tenias razón, me he dejado guiar por lo que decía mi padre; quería protegerte y en realidad te he hecho pasar mal. Lo siento.
No me esperaba esto, y menos aún que Carlos dijese todo a punto de romper en lágrimas, me acerco a él y le doy un abrazo apoyando mi cabeza en su hombro. Tenerlo tan cerca de nuevo me produce una sensación que hace mucho tiempo que no experimentaba, no puedo evitar que se me escape una sonrisa mientras algunas lágrimas se resbalan por mis mejillas, siento que me he quitado un peso de encima.
—¿Entonces me quieres? —pregunto.
—¿Como no te voy a querer? Eres lo mejor que me ha pasado —responde él para después darme un corto beso en la frente —no me quiero separar de ti nunca.
Y entonces recuerdo algo que hace que me separe de él un poco y lo mire con una expresión mucho más seria.
—Tengo algo que contarte, me han ofrecido una beca para estudiar en el extranjero el último cuatrimestre.
La sonrisa de Carlos se borra al instante.
—¿Y la has aceptado?
—Aún no... no se que hacer.
—Es una gran oportunidad para ti, debes irte, no quiero que la vayas a desaprovechar por mí. No me vas a perder por irte.
No puedo evitar sonreír, Carlos siempre quiere lo mejor para mí, aunque prefiera otra opción.
—Tengo qué pensármelo...
—Hagamos una cosa, hasta que te decidas seremos solo amigos, así te será más fácil decidir lo que quieres y no te centrarás solo en nuestra relación¿te parece bien?

No confío en ti ||Julright||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora