Pijamada.

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Al llegar a mi casa, dejé el celular en la mesita de noche y me meti a bañar, quería relajarme un poco.

Termine de bañarme y como me gustaba estar comodo, decidí ponerme mis boxers pegados y un sueter. Me sente en mi cama y vi mi celular, diez llamdas de Emilio y seis mensajes. ¿De verdad le había importado? Revise los mensajes y en resumen todos preguntaban si estaba bien y que no mal interpretara todo, ¿a que se referia con mal interpretar? ¿A caso ya sabía que me gustaba y no quería que pensara que por regalarme esos pinguinos estaba enamorado de mi…?

La puerta sonó, no, no tenía ganas de visistas. Me levante de la cama desganado y abrí la puerta…

-Hola Joaquin- dijo Emilio -Quería asegurame de que estuvieras bien.

Emilio me miro y desvío la mirada. ¿Que se supone que tenía que hacer? De apoco Emilio comenzó a sonrojarse. ¿Que le pasaba?

-Estoy bien Emilio, gracias por venir.

Antes de que cerrara la puerta el la detuvo.

-Joaco, vine hasta aquí para ver si estabas bien… minimo dejame pasar, ¿no crees?

-Oh, si claro- me quite de la puerta para que pudiera entrar.

-Quería… - me miro de nuevo- Los pingüinos… que te compré - dijo esxtendiendomelos.

¿Estaba nerviso? O eso parecía.

-Gracias Emilio - dije agarrandolos.

-Que bonito te ves- dijo levantando las cejas tres veces.

¿A que se refería…? Oh no, no, no, no. ¡Estoy en boxers!

-Eh...lo siento… yo no… no te esperaba.

-Relájate, esta bien.

-Me iré a cambiar.

-Eh no… digo, no lo hagas por mi, esta bien ser libre, ¿vemos una película?

-Claro.

Antes de poder hacer algo, Emilio me agarró del brazo y me llevo al sillón para sentarme.

-Perfecto, que traje una pelicula y palomitas.

-¿Y cual pelicula?

-Una de terror.

-¿De terror? ¿Por qué?

-Son buenas, ¿o te dan frío?

-No, no, para nada.

Hay no, solo esperaba que no asustara demasiado, si no Emilio me tomaría como un cobarde. ¿Por que tenía que elegir una de terror?

Emilio preparó las palomitas y puso la pelicula. Annabelle, hay no, dicen que da miedo, no, no. A mitad de película agarre una cobija que había traido y me tape un poco, no quería que esa muñeca me agarrara.

-¿Todo bien Joaquín?

-Eh, si, si… solo esta muy interesante la pelicula.

-¿Te cae?

-Sí, esta padre.

-Que bueno o que te esta gustando.

Emilio me sonrió y siguió viendo la película. Que lindo se veía, era tan hermoso, con su sonrisa, con esos ojos profundos, con esos rizos, todo el era hermoso.

-Basados en hechos reales, que intenso.

¿Que? ¿Basado en que? Hay no, hay no. Si Emilio quería verme muerto, pues lo va a conseguir.

-¿Estas bien?

-Sí, claro- Espero que mis nervios no se noten tanto.

-¿Nos tomamos una foto? - pregunta Emilio sonriendome.

¿Como negarme a esa sonrisa, a esa carita?

-Porsupuesto.

Emilio sacó su celular y me abrazo tomandonos así la foto.

-La publicaras? - No quería saber la respuesta.

-¿Te molesta?

-Es que es muy tarde.

-¿Entonces no te molesta? Es que ya la subí.

Emilio subió la foto. Espero que solo haya querido compartir una noche de amigos que verlo como algo para subir la fama.

-No te preocupes, solo quería saber.

-Bueno Joaquín, em… - Emilio se rasco la cabeza- Es muy tarde y ¿puedo dormirme contigo?

-¿En mi casa?

-Si, ¿En cuál otra?

-Bueno, si, esta bien.

Me levanté quitandome la cobija, Emilio me miró y sus mejillas comenzaron a colorarse. ¿Estaba enfermo? Emilio me miro a los ojos mientras yo lo veía extrañado, rápidamente desvio la mirada a la televisión.

-¿Sucede algo? - Le dije.

-No, no, no, nada.

-¿Seguro?

-Sí - Me miro de reojo y casi enseguida volvió a desviarme la mirada.

-Hace un poco de frío…

Hay no, no, no. Mire hacía mis piernas y me di cuenta que estaba en ¡bóxer! ¡Estuve en boxer todo este tiempo! Se me había olvidado, me iba a ir a cambiar cuando él lo noto y se me olvidó de nuevo.

-Eh, lo siento, lo siento, yo...

-No te preocupes Joaco, yo me duermo en bóxer.

Emilio volvió a mirarme e instintivamente me tape con la cobija.

-Relajate Joaquín, somos hombres.

Claro, por un segundo creí que podía atraerle.

-Sí, esta bien, subamos para dormirnos.

-¿Esta bien que duerma en bóxer?

-Sí, haz lo que quieras- dije desanimado.

-¿Estas bien?

-Sí, vamos a dormirnos.

Fuimos  a mi cuarto y le prepare su cama, el se quito la ropa sin importarle nada y se acostó. El sabía que era gay, ¿Por qué hacía esto? Busqué mi piyama, pero Emilio me detuvo.

-Duermete así, verás como se siente mas liberador.

¿Que pretendía? Me le quedé viendo para después recostarme en la cama con solo mis boxers y un sueter. Cerre los ojos y al instante sentí un beso en mi frente, sonreí ante el gestó de Emilio.

-Duerme bien Joaco.

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora