No quiero perderte.

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JOAQUÍN.

Después de una conversación algo extraña con Emilio nos fuimos a otra entrevista. Llegamos y todo el mundo estaba eufórico. Mientras más avanzaba la entrevista sentía que Emilio se acercaba más a mi. No sé, me tocó muchas veces la pierna.

-Beso, beso, beso - comenzaron a corear los fans.

-¿Quieren beso? - preguntó Emilio.

-Sí - dijeron todos.

Emilio se acercó a mis labios. ¿De verdad iba a besarne? La gente grito más fuerte. Emilio se acercó más y cuando estaba a punto de besarme, me alejé. Emilio hizo lo mismo.

-Entonces vayan al teatro…

Emilio parecía que de verdad iba a besarme. Después de la conmoción que causamos, volvió a acercarse a mi y me acarició la espalda. ¿Por qué me tocaba tanto? ¿Así era con todos? Solo lo mire mientras hablaba.

Salimos de la entrevista y por fin ya podíamos descansar, habían sido días demasiado locos que ya quería tomarme un descanso.

-¿Que harás saliendonde aquí? - me preguntó Emilio.

-Joseph me invitó a comer…

-Ah ya - me interrumpió Emilio.

-¿Qué harás tú?

-Ir con unos amigos, no lo sé.

Seguí acomodando mis cosas cuando se acercó a mi.

-¿Pasa algo? - pregunté.

-¿Podemos ir… no sé, mañana a algún lugar?

-¿Quieres salir conmigo?

-Claro, quien no quería.

-Tus amigos.

-Em, ¿entonces si?

-Claro, solo dejame ver si Jospeh no va….

-Bueno, ahí me dices - dijo interrumpiendome de nuevo.

Emilio tomo sus cosas y salió. Cada vez lo entendía menos. Agarré mis cosas y le envié un mensaje a Jospeh para que supiera que ya había salido.

EMILIO.

Llegué a mi casa y me estaba esperando un amigo.

-Al fin llegaste, ¿De que quieres habalrme? - dijo

-De Joaquín.

-¿Joaquín?

-Tu lo conociste más y eras muy cercano a él.

-Wey, parece que te estas muriendo.

-Es que ya no se…

-Hablemos dentro.

Entramos a la casa y me senté en el sillón de la sala.

-No entiendo porque me llamaste a mi?

-¿A ti te llego a gustar Joaquín?

-¿Que? - Me miró extrañado.

-Necesito respuestas, es que siento que lo estoy perdiendo.

Él solo me miraba desconcertado.

-¡Dime algo! - le dije exaltado.

-¿Te gusta Joaquín?

-Yo te pregunté eso a ti.

-Bueno… es guapo.

-¿Entonces si?

-¿Eso que tiene que ver?

-¿Por que no intentaste conquistarlo?

-¿Te gusta Joaquín?

-¿Me vas a contestar?

-Mira, Joaquín si es muy lindo, pero hasta ahí, no quería nada con el, solo fue atracción.

Hablamos un rato más, pero tenía que aclarar mis ideas así que se fue y me quedé acostado en la cama. Sono mi celular, lo agarré, era María. Suspiré, no tenía ganas. Dejé el celular y cerré los ojos.

JOAQUÍN.

-¿Entonces no te gustan? - me dijo Joseph.

-No es que no me gusten pero me dan miedo, prefiero evitarlas.

El rió.

-Sí, hay muchas que asustan.

-Sí.

Joseph se acercó a mi.

-Eres muy lindo.

Sonreí. Siempre lograba sonrojarme. Él se acercó más, me acarició una mejilla para después agarrarme del mentón.

-Siempre que estamos juntos me pierdo casi siempre en tu mirada.

-Joseph.

Se acercó a mi y rozó sus labios con los míos, no me alejé, él sonrió.

-Lo haré si solo tú lo deseas.

-No me moveré - dije nervioso.

Joseph miró algo por encima de mi hombro y se separo de mi para después señalarme algo. Me gire y solo alcancé a ver a una persona correr, era rubio, de pelo chino y largo.

-Era un hombre - dijo Jospeh - Nos estaba observando.

-No creo, a lo mejor solo estaba viendo algo cercas de nosotros.

-Estoy casi seguro que nos estaba viendo, pero esta bien. Mejor te llevó a casa.

-Sí, claro.

Jospeh se comporto extraño durante el trayecto a mi casa, parecía como si vigilara que nadie nos siguiera, veia a todas partes y ante un minimo ruido volteaba demasiado rápido. No quise preguntarle, él me diría a su tiempo. Me dejó en mi casa y casi enseguida que se fue comenzó a llover.

EMILIO.

Volvió a sonar mi telefono, pero esta vez no era María, si no mi amigo. Le conteste. ¿Que pasaría?

-¿Te gusta Joaquín? - me preguntó.

-¿Que pasa? Wey, no le hablas a alguien solo para preguntar eso.

-Sí te gusta Joaquín actua ya. Lo vi con un chico y estuvieron a punto de besarse si no es que me vieron.

-¿Como? ¡¿Donde estabas?!

-Cuando me fui de tu casa, pase a comprar algo y los vi, afuera de un restaurante.

-Tengo que irme.

-Pero que vas a…

Le colgué, ¿Que debía hacer? ¿Como actuaba? Joaquin tenía el derecho de salir con quien quería. Tenía el derechi de ser feliz. Yo ya lo era. Llame a mi novia, la necesitaba.

-¿Que sucede Emilio?

-Es que… estoy mal, yo te quiero.

-¿Que pasa?

-Lo siento, ya no quiero seguir saliendo contigo.

-¿Que? ¿Que pasó?

-Lo siento.

Escuché a María llorar, no quería hacerlo por teléfono, simplemente las palabras salieron. Iba a consolarla pero colgó. De seguro pensaba que era horrible y tenía razón, era la persona más idiota, imbécil y asquerosa del mundo.

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora