Acto final.

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EMILIO.

Los días estuvieron tranquilos. Y eran los más felices, Joaquín y yo nos volvimos más unidos y eso era fantástico. Lo amo y él a mí, aunque estaba el factor Joseph, pero él últimamente no había estado. ¿Que estaría haciendo?

JOAQUÍN.

Estaba en camino a la casa de Joseph, últimamente no hablamos ni nada, tenía que decirle algunas cosas.

Llegué a la casa y toque la puerta, me abrió su hermano menor y me hizo pasar, Joseph llegaría en cualquier momento.

-¿Que ah estado haciendo? - pregunté.

-Siguiéndole los pasos a Joshua.

-¿Si pudo?

-Bueno, cuando sabes como se maneja, que quiere y como, para Joseph le fue fácil adivinar que iba a hacer.

-¿Que van a hacer?

-¿Van? Yo no haré nada.

-Es tú hermano.

-¿Y? Ustedes se metieron en esto, salganse solos.

-A veces pienso que eres mejor persona.

-Pues te equivocas gacho.

Joseph llegó. Frank se fue. Me senté en su sillón con él.

-Joaquín, ¿que sucede?

-Solo quería verte, has estado muy ocupado.

-Sí, eh estado haciendo algunas cosas.

-Oye, gracias por todo.

-¿Que? ¿Por que?

-Por siempre estar con nosotros cuidandonos.

-¿De que hablas? Es mi culpa que estén siendo atacados.

-Joseph, no te culpes, nunca lo hagas. No es tú culpa tener un hermano chiflado.

-No debí acercarme.

-No fue tú culpa, eres muy lindo, nada de esto es tú culpa.

-Es que están pasando tantas cosas por mi hermano.

-Pero gracias a esto aprecio mucho más mi vida, no hay bien que por mal no venga.

Joseph sonrió.

-Estas en lo correcto, ¿como alguien menor que yo, puede sabes más que yo?

-Por que soy más inteligente.

-Es verdad, es verdad.

Ambos reímos. Joseph me miró a los ojos.

-Aún me encantan tus ojos, desde la primera vez que los vi.

-Joseph… - sentí que comenzaba a sonrojarme.

-Me encanta tú sonrisa, cuando te sonrojas - agarró mi rostro - tu belleza es perfecta, eres perfecto.

-Joseph… - el sonrió.

-No podía vivir sin esa sonrisa que me llena de alegría, perdón, tenía que decírtelo.

Se alejó de mí. Estuve apunto de besarlo.

-¿Está todo listo para Joseph?

-Casi, solo falta el último detalle y el más peligroso, pero no te preocupes que yo me encargaré de todo.

Sonreí y  a la vez me asuste. No quería que hiciera todo para salvarnos y él morir en el acto.

-¿Te importa tu vida? - pregunté.

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora