Eres mío.

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JOAQUÍN.

Por fin llegó Joseph y salí muy contento con la sudadera que me había regalado.

-Me encanta que te la pongas, te ves tan hermoso.

-Gracias - sonreí - ¿A dónde vamos?

-Pues a un parque, dicen que venden muy buena comida alrededor. - sonrió, su sonrisa me mataba.

-No siempre pienso en comida.

-Lo sé, pero me gusta alimentarte.

Ambos caminamos en dirección al parque. Y tenía razón, la comida que vendían por ahí cerca estaba deliciosa.

-¿Y que pasó anoche? - me preguntó - ¿Emilio ya esta bien?

-Sí, creo, lo vi aún mal, pero creo que estará bien.

-¿Fue por su novia?

-Sí, creo que ex, ¿como adivinaste?

-Intuición, aunque creo que fue por alguien más.

-¿De que hablas?

-De nada, ¿nos sentamos?

-Claro.

Seguimos platicando de cosas sin sentido, el tiempo pasaba volando cuando estaba con él.

-De verdad, cada vez que te veo eres mas hermoso.

-Joseph, basta- mis mejillas comenzaron a enrojeserse, estaba casi seguro.

Jospeh se acercó a mi.

-¿Por que no terminamos lo que empezamos?

Trague saliva. Él se acercó poco a poco, me tomo del  cuello suavemente y unió sus labios con los mios, eran suaves. Cerré los ojso y solo senti esa acaricia que hacía con sus labios a los míos. Después de un rato se separó.

-Gracias por dejarme provar lo más delicioso en este mundo.

-No seas tonto.

El celular de él sonó.

-Permiteme tantito.

-Claro.

El se fue. Mi corazón estaba agitado, me sentía demasiado nervioso, pero por fin lo había besado y eso me hacía inmensamente feliz. Él volvió.

-Lo siento, tengo que irme, surgió una emergencia.

-Tranquilo tú ve.

Sonrió y se fue. Solo esperaba que todo estuviera bien.

Joseph Volvió. Que raro.

-Lo siento se me olvido esto.

Me agarró con una mano de la cintura y con la otra el mentón y me dio un beso en los labios.

-Tenía que hacerlo antes de irme.

Sonreí y se fue. Su beso fue distinto, no sé, no sentí esa chispa y eso me preocuoaba, no, no podía ser nada malo.

EMILIO.

Llegué hasta la casa de Joaquín y lo vi salir, llegaron a un parque y comenzaron a platicar. ¿Que estaba haciendo? Seguí viendolos hasta que… Se besaron. Me partio el corazón, las lagrimas volvieron a salir, me sentía tan mal. Que imbécil fui. Jospeh se fue. ¿Voy con Joaco? Di un paso cuando este volvió, le dijo algo y se fue apresurado. Creo que ahora si podía ir, no se a que. Di otro paso, cuando volvió de nuevo, me miró, sonrió y beso a Joaquín. Sentí como si alguien me hubiera apuñalado, el dolor que sentía era inmenso. Termino de besarlo, volvió a mirarme se lamio los labios y se fue. ¿Ese imbécil me estaba retando? No podía permitir por más tiempo que estuviera con mi Joaquín. No podía.

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora