Tiempo.

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JOAQUÍN.

Pronto terminabamos de grabar la serie y estaba angustiado, no sabía que iba a suceder con nuestra relación, es verdad que Osorio no tomo muy bien la noticia y desde ese día era un poco distante conmigo, estoy seguro que ya no quería continuar con todo este proyecto y ya todo se iba a acabar aquí. No quería alejarme de Emilio, pero… ninguno de los dos estaba listo para esto. Sonó mi teléfono.

Vamos a pasar por ti para ir a desayunar algo.

Era un mensaje de Diego, uno de los amigos de Emilio. Al parecer no me darían opción para rechazar la invitación y tendría que ser rápido, que teníamos que grabar. Suspiré y comencé a vestirme

Llegaron casi enseguida, bajé y salí. Entre al carro, Emilio estaba en la parte de adelante, mientras que los otros dos estaban en la parte de atrás, donde yo estaba. Mire la ventana. No sé que trataban de hacer. Quería salir y correr hasta llegar lejos donde nadie me encontrara. Los chicos comenzaron a hablar de tonterías. Joseph, ¿estaría bien? Diego me toco el brazo.

-¿Estás bien?

-Sí, solo algo cansado.

Seguí viendo por la ventana hasta que llegamos, no era lejos de donde íbamos a grabar. Bajé del carro y todos nos sentamos en una mesa al aire libre. Yo pedí unas quesadillas. Emilio estaba a lado mío. Nos trajeron la comida y nos pusimos a comer, siguieron hablando de cualquier cosa sin importancia.

-Joaquín - dijo Emilio en voz baja - ¿Crees que de verdad sea mejor terminar?

-Creo que por ahorita ambos tenemos muchas cosas en que pensar.

-Quizá tengas razón, tal vez darnos un tiempo sea lo mejor.

Lo mire y el me miró. Quizá en algún futuro ambos podíamos ser felices juntos. Eso esperaba, lo amaba, pero no era el momento.

-Joaquín.

La voz de Joseph me sacó de mis pensamientos. Me levante de la mesa y fui a abrazarlo.

-Estas bien, me alegró.

Lo apreté fuertemente. Él también me abrazó. Estaba demasiado mal que me puse a llorar. Era tonto, lo sé, pero pensé que lo perdería.

-Tranquilo, ¿por que lloras?

-Creí que te perdería.

-No, nunca lo harás, tome mis precauciones, no fui, solo hice que alguien más fuera y tenías razón, era una trampa, mi hermano no estaba ahí, ni si quiera sé si realmente tengo uno.

-Joseph, debiste decirme.

Le di un golpe leve. Si me hubiera dicho lo que planeaba nunca había sentido este tormento. Lo dejé de abrazar y me crucé de brazos. Debió decirme, el sabía que estaba preocupado, debió decirme.

-No te enojes - me agarró del rostro - No podía arriesgarme a decirtelo, podía escuchar mi gemelo, no esperaba que te pusieras tan mal.

-Joseph, te vi morir, fue lo peor que eh visto y no quiero presenciarlo de nuevo, pase mucho tiempo llorando porque ya no podía volverte a abrazar, escucharte, fue horrible, tengo miedo de volverte a perder.

-Joaquín, no sabía que aún te sentías mal.

-Me preocupas, - sentía mis ojos llorosos - a veces pienso que nada de esto es real y estás aún muerto.

El me abrazó fuerte.

-Jamás voy a irme de nuevo. Mi hermano no logrará matarme.

EMILIO.

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora