¿Quiénes son?

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EMILIO.

La lluvia sofocaron mis gritos de terror, corrí fuera del callejón y me estampe con alguien cayendo al suelo. Era un sujeto con una máscara blanca. Me levanté y fui a su derecha evitando su espada que llevaba. Salí corriendo, mire atrás, no me perseguía. Frene. Alguien me agarró del hombro, grité como nunca. Le di un golpe en el rostro.

-Mierda Emilio - dijo Joseph.

-Lo siento, es que creí... - comencé a llorar.

-Emilio.

Me abrazó. Por primera vez me alegraba verlo. Lo abracé y comencé a llorar más.

-Tranquilo, ya nadie te hará daño. Vamos a la casa de Joaquín.

Me ayudó a ponerme en el carro y condujo hasta la casa. La calle estaba a oscuras.

-No - dijo Joseph para bajarse del carro.

-¿Que sucede?

-Ven conmigo y no te separes de mi.

Me baje del carro y fui corriendo con él. Sacó su arma y apunto al frente mientras caminaba.

-Mierda - dijo al ver a su compañero tirado sin vida en el suelo.

Abrió la puerta principal sin bajar el arma. ¿Dónde estaba Joaco? Recorrimos la casa. No estaba. Nadie estaba.

-¿Qué hacemos? - dije angustiado

JOSEPH.

-Intenta llamarlo - le contesté.

Alguien pasó por la cocina. Fui con cuidado. Nada.

-¿Ya intentaste llamarlo? - nada - ¿Emilio?

Me gire y ya no estaba. Mierda. Mire a todos lados. ¿Dónde se había metido? Escuché su grito. Corrí afuera y vi a Emilio llorar junto al cuerpo ensangrentado de Joaquín.

JOAQUÍN.

Corrí afuera y cerré la puerta evitando que saliera del cuarto. Los otros entraron. Corrí a esconderme detrás del sillón. El del cuarto salió, eran tres.

Tengo que moverme o me descubrirán. Uno fue a la cocina. La puerta estaba abierta, pero no iba a poder llegar. Se movieron a la derecha y me dio un paso libre a ir por la ventana. Un carro llegó. De seguro era Joseph con Emilio. Me aliviaba que ambos estuvieran bien. Ellos se escondieron. Salí corriendo fuera de la casa, por la parte de atrás. Pude ir con ellos pero había uno cercas que me vería antes, la mejor opción era el patio. Me escondí esperando que Emilio y Joseph estuvieran bien. Pasaron unos minutos cuando vi a Emilio salir de la casa, me levanté y lo llame.

Sentí algo frío en mi pecho y de repente algo muy caliente escurría. Un hombre con máscara estaba frente a mi. Todo se veía confuso. Mis piernas flaquearon. Caí al suelo mientras podía escuchar un grito apenas audible. Todo se volvió borroso para después volverse negro.

EMILIO.

Me hinque sobre el cuerpo de Joaquín. Estaba frío. Estaba temblando. Joseph me abrazó alejándome del cuerpo.

-¡Joaquín! - dije.

-Emilio, tranquilo.

-¡No hay signos vitales!

-Emilio...

Él se levantó y fue a ver a Joaquín. Agarró su teléfono y marcó a una ambulancia.

-Aún respira Emilio, muy levemente - dijo - trae mis cosas del carro, rápido.

Me aventó las llaves. Corrí al carro y agarré el maletín de primeros auxilios, corrí con Joseph y se lo di. Comenzó a intentar detener el sangrado. Joaquín, por favor, despierta. Después de unos segundos escuché las sirenas. La ambulancia estaba aquí.

Llegaron varias personas y levantaron a Joaquín en una camilla. Joseph me abrazó. Sentí mi cuerpo muy débil. Si no fuera por Jos, hubiera caído.

-Él estará bien - me dijo - Estará bien.

Eso esperaba. Me sentía demasiado débil.

..........

Llegamos al hospital. Estaba en urgencias así que no nos dejaron verlo. Joseph decidió quedarse conmigo. Yo no quería dejar el hospital.

Joseph se sentó en un sillón y yo me senté junto a él.

-¿Seguro que no quieres ir a casa? - preguntó.

-Seguro, puedes irte si quieres.

-No, necesito ver bien a Joaquín.

Las horas pasaron y poco a poco el sueño comenzó a invadirme. Sentí unas manos tocar mis hombros. Joseph me recargo de él haciéndolo con delicadeza. Me acurruque y cerré mis ojos.

..........


La vibración de mi celular hizo que despertara. Abrí los ojos y lo revisé sin moverme demasiado para que Joseph no sé despertara.

Ya llegó tu fin Emilio Osorio. =)

Confusión. (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora