Capítulo 3

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—¿Parker? —dijo Hurs

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—¿Parker? —dijo Hurs.

  Pareció salir de sus pensamientos antes de girarse a verlos.

—¿Decían?

—¿Qué es lo que tanto te molesta de la chica? —inquirió Maddox—. Es linda para Max y parece divertirlo y alegrarle.

—No es para él —dijo tajante.

—Gracias don oráculo —dijo Hurs—, pero eso lo decide Maxi, nosotros solo estaremos ahí para hacerle bullying.

—La chica no es para él y punto —dijo Parker.

   Se sirvió un trago mientras ambos lo observaban sin entender.

   La vieron meterse a la cocina y a Max acercarse a ellos.

   No dijo nada y se sirvió un trago.  

   Hablaron durante un rato y rieron contando chistes sobre cualquier cosa, haciéndose bullying y hablando del casino.

   Parker encendió su celular después de un rato e inmediatamente comenzó a sonar una vez tras otra pero solo eliminó los mensajes.

—Por las nalguitas del simio —dijo Hurs—. La rusa es intensa.

—Está enfadada —dijo con una media sonrisa—. Estoy seguro que ya destrozó la mitad de su habitación del berrinche.

   La puerta sonó y vieron a Melina asomarse con las manos pegada al cristal tratando de ver.

  Maddox se levantó para abrirle al mismo tiempo que Perséfone salía con su bolso de la cocina.

  Miró a Parker y enarcó una ceja antes de hacer un gesto de desagrado.

   Melina la miró y Perséfone a ella, ambas con desagrado.

 Caminó unos pasos para acercarse a Parker antes de que las llantas de un auto se detuvieran derrapando frente al lugar y de él bajara Lydia Petrova hecha una furia.

  Se metió sin que Maddox reaccionara antes para cerrar.

   Miró a Parker y este a ella con un sonrisa de burla.

—Fuiste tú —dijo furiosa—. ¡Fuiste tú!

—Sí —dijo con seriedad al verla visiblemente enojada—. Es lo mejor.

   La mirada azul de la chica se hizo aún más determinante y antes de que Parker pudiera reaccionar ya había recibido la bofetada de Lydia.

—Has pasado la línea —dijo furiosa acercándose a él—. No vuelvas a meterte en mis asuntos porque te vas a arrepentir.

—Pero qué demonios —dijo Melina.

—Tú no te metas, zorra —dijo sorprendiendo a todos al ver como Melina se envaraba de inmediato.

SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora