Max miró una foto tras otra donde Margot aparecía sonriente a un August.
Incluso se le veía hablar con él o al menos eso intentaba verse en las fotos. Había algunas donde Margot besaba a August.
El estómago se le revolvió de solo imaginar que eso fuera cierto.
Recordó sus palabras «Nunca. Si alguien intenta hacer que creas lo contrario, siempre recuerda que yo jamás te haría daño ni te traicionaría». Quiso creer en ella pero se sentía en medio de una encrucijada.
Miró a la mujer que estaba segura de haber ganado.
—¿Crees que no están aliados? —preguntó mientras todos estaban serios.
Melina miraba a escena a pesar de que quiso llevarse al niño arriba para que no escuchara nada, pero le conmovía verlo sufriendo un corazón roto cuando la duda de su origen estaba ahí.
—Ella ya lo conocía —dijo la mujer con toda la rabia—. Siempre ha sabido de él, de ti, del niño. Es igual a Jane, parece que tienes un imán para esas mujeres, que te gustan las mustias doble cara y a mí no me importa en absoluto, pero voy a llevar a mi sobrino ahora mismo.
—Eso es mentira —declaró apretando los dientes—. Margot jamás me mentiría ni me traicionaría.
—Si te gusta vivir engañado —dijo ya no tan segura de sus palabras—. Yo solo quiero al niño.
Intentó acercarse al niño pero Max se lo impidió.
—No van a llevarse a nadie —dijo la voz Maddox que bajaba la escalera y aparecía en escena.
Le lanzó a la cara una carpeta a la mujer.
—Nos vemos en un tribunal —dijo y el sujeto tomó la hoja que salió disparada.
—Un amparo —dijo mirando a Maddox que le sonrió burlándose.
—Cuando Maximilian pruebe que es su hijo la custodia absoluta será de él —dijo apretando los dientes—, pero mientras tanto voy a disfrutar frenando sus planes porque ese niño se queda aquí hasta la nueva resolución.
Parker bajó corriendo con Perséfone, Margot y Hurs detrás alarmando a todos.
—¡Es él! —gritó Margot señalando al hombre que abrió los ojos con asombro al ver a las dos mujeres.
Nadie sabía lo que pasaba e incluso antes de que Margot terminara la frase Parker ya había empotrado al sujeto contra la pared con tanta fuerza que los cristales de dos ventanas se rompieron con la vibración que generó el golpe.
El hombre gimió de dolor pero no tuvo tiempo de decir nada antes de terminar en el suelo con un arma en la cabeza.
Hurs se lanzó sobre su amigo tratando de frenarlo pero por primera vez fue lanzado al suelo de un empujón.
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SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)
RomanceMaximilian Archibald, el monstruo como lo llaman sus conocidos, no es más que un hombre implacable escondido bajo una personalidad tonta y absurda; regenteador de uno de los casinos más famosos y experto en finanzas lleva años buscando una oportunid...