Capítulo 50

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Max intentó salir del lugar pero Hurs lo detuvo

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Max intentó salir del lugar pero Hurs lo detuvo. 

—¿Qué demonios pasa? —preguntó alarmado.

—La tiene —respondió Max evidentemente asustado—. August la tiene. 

    Hurs miró a sus amigos que se pusieron de pie.

—¿Y a dónde pensabas ir? —preguntó Parker.

—A buscarla —dijo como si fuera obvio. 

—Repito mi pregunta, ¿a dónde? —inquirió. 

—A donde sea. —Su semblante preocupado dejaba claro que las emociones se estaban apoderando de él—. No sé qué haré pero tengo que encontrarla. 

—Espera a que August te dé la señal, si te envió la foto es porque está jugando contigo —dijo Parker—. Va a pedir algo a cambio. 

—¿Dinero? —preguntó. 

     Parker se encogió de hombros. 

—Vaya a saber lo que un anciano quiere a estas alturas de su vida, pero supongo que sí, lo que quiere es dinero —acotó y se sentó de nuevo señalando una silla para que él lo hiciera—. Si sales ahora solo vas a darle un circo, debe saber lo que haces, así que por eso está más que cómodo esperando tu reacción. 

—No estoy entendiendo —dijo y Maddox bufó.

—Quiere decir que entre más le demuestres que Margot te importa, más daño va a hacerle —dijo Maddox—. Así que cálmate y vamos a esperar qué es lo que quiere. 

    Max observó a sus amigos como si se hubieran vuelto locos pero en el fondo sabía que tenían razón además de que no tenía idea de dónde empezaría a buscar.

    Se sentó nervioso mientras le daba vueltas al asunto y pensaba en cómo resolverlo así que dejó que el tiempo pasara. 

    Se movía de un lado a otro una y otra vez , se sentaba, se paraba, se volvía a remover; todo sin poder contener la ansiedad hasta que el ansiado mensaje llegó. 

    August lo estaba citando en un lugar que nunca en su vida había escuchado. La orden era ir solo y en dos horas. 

—Va a matarte —dijo Parker—. No puedes ir solo. 

—¿Y qué sugieres? —preguntó nervioso. 

—Obvio irás con nosotros —dijo Parker—. Es un don nadie, a lo mucho estará su hijo, la mujer esa con nombre de perra, él y un sujeto más. 

—Vamos a distraerlos —dijo Maddox. 

—Llamemos a la policía —dijo Max. 

—No te has dado cuenta —dijo Parker—. La mujer no es familiar de tu hijo pero consiguió anular la tutoría que ya tenías en tiempo record. Debe haber alguien que le ayude. Siempre he creído que la policía no vale nada en casos como estos. Mis impuestos no deberían alimentar lacras en prisión. 

SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora