Capítulo 43

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Salieron de ahí después de un rato en el que trataron de relajar a Max y después partieron al casino donde les contó lo de Jane, todo lo que había hecho antes de pasar por lo que había pasado

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Salieron de ahí después de un rato en el que trataron de relajar a Max y después partieron al casino donde les contó lo de Jane, todo lo que había hecho antes de pasar por lo que había pasado.

   No era del todo inocente y aunque le dolió que lo traicionara, ya no podía odiarla, estaba muerta, pero más allá de eso ya no le importaba en absoluto y eso lo hizo sonreír.

—Su castigo por la traición —dijo Maddox.

   Después de eso decidió no decirle nada a su hijo. Él no era culpable y no iba a envenenarlo contra su madre. Muchas cosas quedarían sin ser reveladas y a esas alturas no le importaba. Ella ya no estaba viva y había pagado con su vida y su tranquilidad haberse metido con la gente equivocada. Su hijo no era culpable y lo dejaría así.

   Salió de ahí aprovechando que era temprano y fue a su casa, se dio una ducha y salió de nuevo no sin antes marcarle a Margot que no tomó su llamada.

   Fue a su trabajo a verla justo cuando salía para tomar su hora de almuerzo.

   Melina se había ofrecido a ir por su hijo y llevarlo a su casa así que aprovechó para ir a verla.  

   Se acercó y la tomó de la cintura pero ella parecía enojada.

—¿Pasa algo? —preguntó.

—¿Por qué no me contestaste? —inquirió enojada—. Seguro estabas muy ocupado mirando traseros o tetas de otras mujeres, no te quejes luego si yo ando viendo las nalgas o la entrepierna de otros hombres, bueno capaz que no lo notas, los hombres son unos brutos que no saben ni por dónde les entra el frío, así que aunque te avise ni cuenta te vas a dar, solo si lo notas de todos modos no digas nada, seguro tú anduviste por ahí mirando calzones ajenos…

—¿De dónde sacas eso? —dijo interrumpiendo con los ojos muy abiertos—. Por quién me tomas, no estuve viendo calzones, ni tetas ni nada. ¿Qué te ha hecho pensar eso?

—Nada —dijo con un encogimiento de hombros—. Supuse que era lo que dictaba la trama —anunció—. Ya sabes, la novia loca y celosa hasta del aire. Es que anoche vi una película así, muy bonita por cierto y quise recrear la escena, un experimento social, ya sabes —dijo con aire indiferente—. Ella lo cela por todo, le hace un drama por todo y bueno, no es que él sea un santo pero igual llegué a sentir pena por su caso, incluso pensé en que era digno de que una fundación llevara su nombre, pero luego recordé que los hombres son unos malditos infieles y se me pasó, creí entonces que la fundación debería llevar el nombre de la chica.

—¿De la chica loca y celosa? —preguntó mientras la veía.

—Claro —dijo ella con seguridad—. Ella no era celosa y obsesiva por nada. La fundación debería llevar su nombre porque ella era una víctima. En nombre de todo el daño psicológico que nos han hecho los hombres desde que Adán fue un bruto que le echó la culpa solo a Eva del pecado. ¿Acaso lo obligó a comer del fruto prohibido? ¿No, verdad? Entonces porque solo se nos culpa a nosotras. En nombre de todas las Evas víctimas de la infidelidad de los hombres y del daño psicológico. Si la mula no era arisca...

SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora