De nuevo se incorporó solo un poco sentándose sobre sus talones y jalando con fuerza a Margot para lograr una profunda penetración.
Embistió de nuevo, con fuerza mientras tocaba sus senos y pellizcaba sus pezones sacando gemidos de su novia que amortiguaba cubriendo su rostro con la almohada.
Max se la arrebató mientras se concentraba en continuar. Se acercó a besarla sin dejar de arremeter contra ella que se impulsaba para acompañar sus estocadas.
El ritmo acrecentó al mismo tiempo que las atrevidas manos de Margot se colocaron sobre sus nalgas y clavaron sus uñas en ellas mientras tenía un nuevo orgasmo que Max se tragó en un beso mientras se liberaba sucumbiendo al placer que sentía.
La presión que la vagina ejercía sobre su miembro al momento del orgasmo de Margot fue demasiado para su cordura y sin más se quedó sobre ella buscando llevar aire dentro de él.
Se dejó caer a su lado jalándola hacia él para besarla.
-Te prometo que será mejor la siguiente vez -dijo un tanto apenado-. No estoy acostumbrado a tener gente en casa y bueno me siento incómodo con el niño durmiendo al lado.
Margot comenzó a reír y le dió un beso en el pecho antes de abrazarlo y subir su pierna sobre él que casi de inmediato se levantó para ir al baño.
Se quitó el preservativo y sonrió al recordar lo que sus amigos dijeron sobre los hijos, Hurs era feliz de imaginar que pronto tendría un bebé y Maddox estaba contento de haber vivido una etapa así, él no podía decir lo mismo, aún estaba encontrando el vínculo para enamorarse de Max como un padre ama a su hijo. No había tenido la oportunidad de sentirlo y mucho menos de verlo crecer.
Suspiró y de recargó sobre la pared antes de asearse y salir a la habitación de nuevo.
Margot estaba dormida y no solo eso, prácticamente se había apoderado de la cama.
Se acercó hasta ella y la acomodó en su lugar antes de subirse.
Tuvo tiempo de verla, justo ahora se daba cuenta de lo bonita que era y de que dormida y callada no solo era su calma sino que se le calentaba el corazón de saber que al despertar ella sería su torbellino.
La sujetó de la cintura y la abrazó mientras cerraba los ojos y sonreía al escucharla musitar su nombre.
Dejó un beso en su frente y se quedó mirándola hasta que el sueño lo reclamó.
*****
Despertó con el ruido exagerado que taladraba sus oídos por lo que se vistió a medias para salir.
Su hijo correteaba por la casa mientras Margot le seguía dando de gritos prometiendo venganza a solo Dios sabía qué.
Miró la sala de su casa deshecha, con los cojines en el suelo, los sillones hechos a un lado; todo estaba hecho un desastre.
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SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)
RomanceMaximilian Archibald, el monstruo como lo llaman sus conocidos, no es más que un hombre implacable escondido bajo una personalidad tonta y absurda; regenteador de uno de los casinos más famosos y experto en finanzas lleva años buscando una oportunid...