La respuesta de su novia fue sujetar su mano y ponerse de pie en espera de que fuera él quien la guiará a dónde tuvieran que ir.
Max se paró y tomó su mano llevándola escaleras arriba hacia su habitación.
Por primera vez se sentía nervioso, no solo porque sabía lo que venía sino porque su corazón latía de forma estrepitosa y desconocía lo que eso significaba.
Ella le siguió con tranquilidad mientras lo veía tenso, al mismo tiempo Max pensaba en cómo hacerle saber que era ella a quien quería tener. Le atormentaba la idea de que Margot pensara que deseaba a otra mujer.
Abrió la puerta de su habitación y señaló dentro para invitarla a pasar. Ella así lo hizo.
Una vez dentro puso el pestillo y nervioso como estaba se le ocurrió preguntar si deseaba ver televisión.
Margot solo sonrió y negó, en cambio se sentó en la cama dispuesta a dejarse seducir por Max pero estaba tan nervioso que no puedo evitar reír antes de ponerse de pie y abrazarlo por el cuello.
—¿Está todo bien? —preguntó al verlo nervioso.
—Sí, lo está —dijo sujetando su cintura.
—Pareces tenso —refutó Margot—. No tenemos que hacerlo, es decir no es necesario ahora.
Intentó alejarse y Max no supo si era buena idea decirlo pero no podía evitarlo.
Apretó su cintura antes de hablar.
—No es eso —dijo con una media sonrisa—. Es solo que bueno, no me gustaría que pensaras que hago esto por compromiso y mucho menos que pienso en ella cuando lo estamos haciendo. Es cierto que fui un estúpido la primera vez, que lo hice mal pero también es cierto que no hay nada que quiera mas que estar contigo aquí, ahora, solo contigo.
Margot sonrió y lo guió hasta la cama donde se sentaron.
—No voy a negar que me dolió que pensarás en otra pero ya pasó —dijo y él asintió—. No soy el tipo de mujer que saca los reclamos en cada oportunidad. Volví contigo porque quiero intentarlo, porque esto para mí va más allá de que me gustes. Hay algo en ti que hace que mi corazón se acelere apenas te pienso y estoy dispuesta a correr el riesgo, si esto sale bien, pues bueno, valió la pena y si me rompes el corazón de nuevo pues igual habrá valido la pena, pero al menos lo intenté y no voy a vivir amargándome la vida en si piensas o no en ella, eso solo lo sabes tú y en todo caso solo me queda apelar a tu sinceridad conmigo.
Max sonrió y se acercó a ella dejando un beso en sus labios.
—Hace meses que no pienso en ella o tal vez sí pero hace mucho que dejó de ser el centro de todo, solo que a veces soy idiota y no me doy cuenta o no quiero hacerlo —dijo sincerándose—. Igual después de saber que sí era culpable en cierta medida no pude evitar pensar en que en realidad ya no había amor. Dolió que me traicionara pero también la quise y no soy quien para juzgarla ahora, ya no. Su error estuvo ahí, en creer que una mala decisión no tendría consecuencias.
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SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)
RomanceMaximilian Archibald, el monstruo como lo llaman sus conocidos, no es más que un hombre implacable escondido bajo una personalidad tonta y absurda; regenteador de uno de los casinos más famosos y experto en finanzas lleva años buscando una oportunid...