Maximilian Archibald, el monstruo como lo llaman sus conocidos, no es más que un hombre implacable escondido bajo una personalidad tonta y absurda; regenteador de uno de los casinos más famosos y experto en finanzas lleva años buscando una oportunid...
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Max miró a Margot desde su lugar que sonreía a una Brooke y una Scarlett consternadas al ver a Parker y Perséfone juntos, más cuando Melina solo reía y bailaba con Chris.
Habían muchas dudas para todos pero estaba claro que su amigo no explicaría nada, como siempre.
Sonrió al verlo bailar con Perséfone mientras reía de algo que ella dijo en medio de coqueteos.
La mano de Margot se cerró sobre la suya pero él trató de liberarse a la brevedad. No le había dicho a su hijo y temía que en cualquier momento este se molestara de que él tuviera una novia tan pronto.
La miró y sonrió antes de que fijarán la vista al frente.
-Hacen bonita pareja -dijo y él sonrió.
-Ya lo sabías, deja de hacerte la que te sorprende -respondió mirándola con reproche.
-No del todo, ella estaba ebria, yo también, recuerdo solo algunas cosas -dijo entre risas-. Pero recuerdo perfectamente que dejó claro que quería a ese hombre. Lo repitió más de una vez.
Los dos clavaron la vista en ellos; la música había terminado y ahora estaban al otro lado muy juntos y Parker dejaba claro que esa mujer era suya.
Él miraba al frente pero escondía la risa sobre seguramente algo de lo que solo ellos entendían.
-Supongo que sí -dijo y se acercó hasta Maddox que conversaba con su esposa llevándola con él; al acercarse Brooke se retiró a buscar a su madre.
Parker llegó después junto a Perséfone que también se fue llevándose Margot.
Max observó el caminar de Margot. Se veía preciosa con el vestido que llevaba, acentuaba su blanca piel y su dorado cabello.
Se vio mirándola de más, a pesar de que le gustaba tenía que admitir que no había más. Margot era linda y buena pero desgraciadamente no era más para él que eso, una buena compañía y a veces en la soledad de su casa pensaba que tal vez nunca podría sentir amor sino más bien, siempre buscaría algo que lo ayudara a no sentir la ausencia de Jane.
Respiró antes de mirar a sus amigos que reían de alguna estupidez que Maddox había dicho.
Cargaba a su bebé y aprovechaba cualquier oportunidad para besarla.
-Mi bebé es la cosita más bella que existe -dijo haciendo que todos enarcaran una ceja-. Solo miren esta belleza.
La pequeña Serena miraba a su alrededor con sus grandes ojos color ámbar mientras sonreía mostrando los únicos dos dientes que tenía.
Max sonrió.
-Eres un papá zorrillito -dijo y Maddox sonrió-. Tal vez puedas tener otro bebé pronto.
Parker comenzó a reír al ver la cara de susto que Maddox hizo de solo pensar que su esposa volviera a embarazarse.
-Creo que es muy pronto -dijo Maddox-. Serena apenas empieza a dejar dormir por las noches.
