Capítulo 7

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Max miró la carpeta que estaba en su escritorio y después la puerta por donde su amigo había salido tan altanero con siempre

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Max miró la carpeta que estaba en su escritorio y después la puerta por donde su amigo había salido tan altanero con siempre.

   Abrió la carpeta donde venían una serie de documentos.

   El primero de ellos era una especie de biografía de su padrastro, la segunda hoja era un informe detallado de Jane, de su vida todos esos años; de cómo se había movido de un lugar a otro cambiando de trabajo constantemente, de sus actividades, de su hijo y los múltiples cambios de escuela; de sus cambios de nombre.

   En una tercera hoja de detallaba la muerte de su madre, de su hermano.

   Frunció el ceño al leer eso, supuso que le había dolido mucho tras quererlos tanto. En todo ese tiempo no se había cuestionado que fue de ellos, ni siquiera los había recordado.

   Siguió leyendo hojas y hojas sin entender a dónde quería llegar Parker hasta que se detuvo en una de las últimas hojas.

   Fotografías de ella amordazada y semidesnuda junto a su familia que yacía en el suelo acribillados y lo peor de todo, su padrastro parado frente a ella con una sonrisa.

   Leyó lo siguiente en el que se hablaba de que la fortuna había sido devuelta a su familia a través de la misma Jane, que su padrastro había sido arrestado y posteriormente se fugó.

   Entre los papeles figuraba una copia de la denuncia por abuso sexual interpuesta por Jane en contra de su padrastro.

   Releyó una y otra vez las hojas sin entender nada o fingiendo que no entendía nada.

   Se levantó llevando las hojas consigo y sin esperar irrumpió en la oficina de Parker donde suponía él lo esperaba.

   Maddox y Hurs estaban ahí mirando el piso seguramente al tanto de todo.

—¿Querías pruebas? —dijo Parker—. Ahí las tienes. Ella es inocente y no es yo lo creyera en un principio pero habían demasiados cabos sueltos que por tu rabia no viste.

—¿Dónde obtuviste esto? —preguntó exigiendo—. ¡Dónde!

—Me ayudó el padre de una amiga —dijo sin más—. No hay nada que ese hombre no pueda lograr y por supuesto lo encontró aún cuando admite le resultó sumamente difícil.

—Max —dijo Hurs—. ¿Por qué no mejor te sientas y hablamos de esto?

   Maddox cedió su asiento y se colocó al otro lado para estar atento.

—Jane no te traicionó, bueno no en el estricto sentido de la palabra —dijo Parker—. Augusto la amenazó, coaccionó y cuando ella se atrevió a denunciarlo su hermano pagó las consecuencias en una golpiza brutal que solo la hizo acorralar por el miedo, ya sabes, la intimidación pocas veces falla. En fin, no contento con eso, atacó a su madre, a ti, a todo aquello que ella quería y la encajonó hasta que no pudo más y terminó cediendo.

SEDUCIR AL MONSTRUO (SERIE EL CLUB DE LOS DESTERRADOS 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora