☀️ (3) ¿Eres psicólogo o sabes lo que es estar drogado?

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*Hubo un error en Wattpad y público el tercer capítulo dentro del segundo. Si ya leíste este capítulo puedes dejarlo pasar*

(FRANCESCA BOWEN)

Casi me muero del susto cuando veo a Thomas desplomarse contra el suelo.

Mi hermano y Sebas ni siquiera tuvieron tiempo de agarrarlo.

Matías gritó cuando vio que Thomas no respondía, echando su sándwich al suelo.

Cuando escucharon a Thomas balbucear, supieron que solo le bajó la presión por no sé qué. Los amigos de mi hermano y Valen hablaban en código por lo que no supe la razón. Matías luego de eso, regresó al supermercado, volviendo con un nuevo sándwich y con una Coca Cola.

Hace una hora que dejamos la estación de servicio y Thomas aun no despierta. Lo sentaron atrás, a mi lado, no puede conducir en estas condiciones, obviamente.

Sin embargo, estoy realmente nerviosa. Estoy sentada en la otra punta del auto como si el tuviera la mismísima lepra, subo el volumen a mi celular y escucho música a través de mis auriculares. Acercarme a él al igual que hace unas horas, solo traerá problemas. Problemas emocionales para mí.

Suficiente con los problemas con papá y mamá.

Su cabello negro se pega a su frente por el sudor que recorre todo su rostro y cuello. Su camiseta esta mojada en algunas partes de su pecho, espalda y también bajo los brazos. Esta recostado sobre la ventanilla con sus pies encima del asiento. Me patea de vez en cuando pero no me importa. Está inquieto y al parecer está soñando algo que notablemente lo está afectando.

Respira entrecortadamente a través de sus labios que están abiertos.

Veo como una gruesa gota de sudor recorre su sien y se desliza pasando por su mandíbula y aterrizando en su clavícula. Otra comienza deslizarse también y tengo que juntar mis manos y presionarlas con fuerza para no limpiar su rostro húmedo y sudado.

Debe estar muriendo de calor, aunque en realidad estemos en otoño y no haga ni frio ni calor.

Bajo mi ventanilla un poco para que el viento entre en el auto y así no sufra tanto.

El auto de Valen tiene aire acondicionado pero Sebastián una noche lo pateó rompiendo el interruptor.

Como sucedió eso, no lo sé. Estos cuatro están locos.

Aún faltan varias horas para llegar así que decido dormir un poco. Trato de ponerme cómoda a la vez que evito acercarme a Thomas.

A punto de cerrar los ojos, veo como Valen pone mala cara y parece discutir con Sebas.

Bajo el volumen de la música y los escucho a la perfección.

Deben de pensar que estoy durmiendo por eso hablan en voz alta.

Cierro los ojos, fingiendo estar dormida. Apago la música que estaba oyendo pero no me quito los auriculares.

— ¿Por qué crees que lo hizo? Hace un año que lo dejó —Valen suena preocupado y molesto.

—Tranquilo, tampoco es como si fuera adicto a las drogas. Lo probaba de vez en cuando.

¿Drogas?

—Sí, pero cada vez que lo hacía se ponía raro. Exactamente como ahora.

—Bueno, no lo voy a negar. Es cierto. Esta realmente mal. Deberías haberlo visto cuando estaba encima de su motocicleta —espeta Sebastián—. Se estaba por dormir encima de la moto. Cuando llegue hablaba puras cosas que no entendía. No tenía sentido nada de lo que salía por su boca. También no podía meter la llave en la moto. Menudo idiota que es. Hasta se parece a Matías, a diferencia que el solo bebe alcohol hasta desmayarse.

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora