A Prueba De Ti [T#2]

☀️(45) Solo tú. Nadie más

*Doble actualización. Si llegaste aquí primero, hay un capítulo antes que debes leer*

(FRANCESCA BOWEN)

Mark me besa.

Los labios con sabor picante debido al energizante invaden mi boca. Mi cuerpo queda congelado por completo, mis ojos bien abiertos observando los suyos que están cerrados con fuerza como si no quisiera aceptar lo que acaba de hacer. Sus labios chupan mi labio inferior y siento como su lengua intenta entrar a mi boca. Al momento en que encuentra una abertura, choca contra mi lengua, recupero el sentido y me aparto empujándolo por los hombros.

Retrocedo un par de pasos, mis ojos están por salirse de mis orbitas, cubro mi boca con una mano, sorprendida.

Alejo la mano—Mark... ¿Qué demonios haces? —retrocedo un paso, pero vuelvo a dar dos más adelante—. Por qué me... ¿Por qué me besaste?

Mark no aleja sus ojos de los míos.

—¿Mark?

—Lo sé.

Frunzo el ceño—¿Qué cosa sabes?

—Sé que tienes algo con Thomas, el amigo de tu hermano.

Y... congelada.

—Si —dice.

—Yo... no sé de qué hablas.

—Esa tarde que fuimos a tu casa luego de encontrarte a ti en la cafetería, tú me mandaste a tu cuarto mientras te dabas un baño —explica Mark con voz dura—. Quise salir para ir a buscar algo a la cocina y vi a Thomas salir del baño. Luego de unos minutos saliste. También del baño.

Mi boca está abierta y estoy segura de que podría entrar una mosca y yo ni me inmutaría. Ahora lo recuerdo. Recuerdo que estuvo muy reservado y distraído esa noche cuando traté de enseñarle Historia. Fue por eso. Mark nos vio a Thomas y a mi juntos.

—Mark...

—Incluso Lucy lo sabe, pero yo, tu mejor amigo... —suspira, dolido—, no me lo dijiste.

—Ella lo descubrió. Queríamos mantenerlo en secreto. Además, no somos...

—No vale la pena.

Parpadeo—¿Eh?

—No es bueno para ti. Es más grande.

Enarco una ceja—¡Solo dos años! ¡Y en dos meses cumpliré dieciséis!

—Todo empezó cuando fuiste de vacaciones, ¿no? —ignora mi pregunta. Su labio tiembla. Alza la voz cuando la lluvia se hace más fuerte—. Solo hace unos meses comenzó a fijarse en ti. No estuvo contigo desde hace años. No te escucho cuando estabas triste y feliz. No te vio en tus peores momentos. Nada de eso. No es para ti. Yo... —sus ojos se trasladan a los lados con nerviosismo como si temiera decir lo siguiente.

Un escalofrío me recorre y tenso la mandíbula deseando que no sea lo que creo. Mark está por declararse. Mark, mi mejor amigo, está a punto de decir algo que no le puedo corresponder.

—Rayo de sol.

Mi corazón salta del pecho cuando oigo esa voz. Sé quién es antes de voltearme e incluso mucho antes de ver como Mark aprieta los puños a los costados. Thomas está de pie como todo un modelo, un dios, un héroe. Si no me encontrara en esta situación, tendría que pedir un pañuelo para secar la baba que caería de mi boca. Tiene una sonrisa juguetona y arrogante en su rostro, sus dientes blancos nunca tan brillantes bajo la noche lluviosa, sus ojos cafés están algo caídos con diversión y algo más. Se acerca y peina su oscuro cabello alborotado, dejándolo más desordenado. No esta disfrazado, pero tiene una camiseta de Iron Man negra y unos jeans oscuros. Está. Demasiado. Sexy.