A Prueba De Ti [T#2]

☀️(47) No quiero perderte, Markie

(FRANCESCA BOWEN)

Sé que Val se acerca incluso antes de que entre a la cocina. Sus pasos atolondrados me sirven de aviso y contengo una risa.

—¿Qué haces? Van a ser las siete. Llegaremos tarde —espeta rápido cuando entra a la cocina todo alborotado.

Volteo—Sé que me odiaras por esto —le doy mi más inocente sonrisa—, pero he adelantado tu reloj treinta minutos. Apenas son las seis y media.

Valen abre los ojos cuando el enojo lo llena por completo—¡¿Qué?! ¡¿Por qué rayos hiciste eso?! ¡¿Cuál es tu problema, Francesca?!

Escondo los labios y vuelvo prestarle atención al desayuno.

—Lo siento. Es que supuse que te dormirías. Y yo no entraría a tu habitación ni loca. Hay veces que duermes en calzoncillos.

Valen me de una mirada de pocos amigos, pero tengo razón. Desde hace días que mi hermano se ha estado quedando dormido. No fue para desesperarse, pero creí que era mejor estar preparada y adelantar su reloj. He estado faltando mucho estos meses por lo que prefiero dejar mis faltas restantes para más adelante. Aunque creo que no debió ser necesario. Luego de lo de anoche, no es como si fuera capaz de pegar el ojo.

—Puedes tocar.

—No se me antojó —lo señalo con la espátula—. Pero oye, llegaremos temprano.

Cierra los ojos y suspira, sonriendo—Te odio.

—Yo te amo —le lanzo un beso y coloco el plato de Hot cakes frente a él—. Te preparé el desayuno como una ofrenda de paz.

—Por esta vez te perdono. La próxima no te salvarás.

Sonrío y observo como come—Está bien, hermanito hermoso —le hablo como bebé mientras me siento y comienzo a comer de mi plato. Le entrego su taza de café—. Entonces comienza a colocar la alarma. O la próxima te dejo dormir hasta el mediodía.

—Está bien. Lo haré —dice con indiferencia. Sí, ajá.

Alzo las cejas—Creo que ambos sabemos que no lo harás —comienzo a comer algo adormilada siendo afectada por mi falta de sueño. Siento la mirada de Val y señalo su plato—. ¡Oye! Come tus Hot cakes.

Golpea su frente en señal de frustración—¡Panqueques! ¡Es panqueque!

Frunzo el ceño—Cállate y come tus Hot cakes —pronuncio la palabra con lentitud para molestarlo.

Me saca la lengua y grito, asqueada cuando veo la comida triturada. Valen comienza a reír y luego de unos segundos en silencio, hablo para rellenar el aire.

—Oye, estaban muy ricos los carlitos de ayer. Y el licuado...mmm —finjo saborear la deliciosa comida de anoche—. Estaba delicioso.

Valen queda tenso de cuerpo entero y alzo las cejas ante eso. No me responde y después de varios segundos, me doy cuenta de que ignorará mi pregunta. Entonces decido soltar lo que sucedió ayer en la noche.

—Papá y mamá regresaron ayer —murmuro. Valen por fin me presta atención—. A las dos de la mañana. Escuché como desempacaban y empacaban y luego a las cinco de la mañana se fueron nuevamente. Ni saludos, ni despidos, ni notas —suelto un suspiro ante la comprensión de eso. Mis hombros caen y me pierdo en mis pensamientos. A partir de ese momento, la noche que me había parecido perfecta, se fue a la mierda.

Valen niega y decide cambiar de tema. No es que le agrade mucho hablar de nuestros padres—Y me pregunto, ¿Qué hacías despierta a esas horas?

Me pilló.