☀️(19) ¿Por qué te ves tan fatal? ¿Tuviste sexo o qué?

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(FRANCESCA BOWEN)

Primero no correspondo al beso porque estoy tan sorprendida como si me acabara de enterar que estoy en el cielo.

Pero luego, cuando caigo en cuenta de que no es un sueño y de que Thomas en verdad me sostiene con fuerza por la cintura y el cuello, mis labios se abren a pedido de su lengua y dejo que explore todo de mí.

Y es una explosión de fuegos artificiales en mi boca.

Mis manos suben a su cuello, apresándolo contra mí como si en cualquier momento él se diera cuenta que esto es un error. Mis dedos se enredan en su cabello negro mientras que sus manos recorren mi espalda y cuello causándome escalofríos.

Su lengua choca contra la mía y aun sabe cómo lo recuerdo: a chicle de menta con algo dulce y fuerte que nunca pude averiguar a fondo.

—No sabes cuánto he deseado con volver a besarte de nuevo —gime contra mi labio y su lengua acaricia mi labio superior para luego invadir mi interior otra vez. Sus palabras solo hacen pulsar algo más abajo de mí.

Mi pecho se presiona contra él y siento su corazón latir con fuerza al igual que el mío, sincronizados. Nuestras respiraciones chocan en el rostro del otro y a pesar de que no nos queda mucho aire, ninguno se aleja, sino que nos apretamos mutuamente al otro como para sellar la piel y sabor en el otro. Su labio inferior juega contra mi barbilla y de un momento a otro, muerde mi labio con algo de fuerza, escapándose un gemido de mi boca.

Nuestras narices chocan, nuestras lenguas pelean y no puedo creer el calor intenso y excitante que comienza a crecer en mi interior.

Nunca antes he sentido algo como esto.

Y nunca antes me habían besado como él lo hace ahora.

Desde el comienzo, supe que no sería un beso tranquilo y suave. La posesión y demanda por su parte fue clara desde el primer momento en que me besó, y ahora ambos no podemos parar de saborear todo del otro.

Su beso es fuerte, posesivo y frenético, reflejo de su persona. Yo le sigo el ritmo porque también he deseado besarlo otra vez desde la primera vez que nos besamos hace tres años.

—Francesca... No creí que esto podría ser aún mejor.

Sus palabras solo hacen que quiera besarlo aún más, pero ambos nos alejamos al mismo tiempo para poder respirar otra vez.

Mi pecho sube y baja con rapidez y veo que él está igual de afectado. Mis ojos suben a los suyos y me sorprendo de lo dilatados que están. Sus labios se ven hinchados, rojos y húmedos y solo pienso en que yo debo de lucir igual.

De repente, ambos escuchamos un ruido de motor y nos tensamos en el lugar, alejándonos. Thomas se toma del cabello y sale disparado hacia dentro de la cabaña y yo me quedo allí, sin saber que acaba de suceder. Noto que el auto de mi hermano aparca en la entrada de la casa y camino hacia allí mientras que desarmo la trenza despeinada  y me hago un moño rápido.

—¡Vaquerita! —exclama Matías mientras sale de la parte trasera del auto. Frunce el ceño cuando me ve—. ¿Qué te sucede? Estás roja y sudada como un cerdo.

—¿Por qué se tardaron? —Thomas aparece detrás de mí y se acerca a Val y lo saluda con un choque de manos. Lo miro y extrañamente ya no parece afectado.

¿Qué demonios hizo?

Matías chasquea los dedos frente a mí—¡Bella durmiente! —lo miro, confundida—. ¿Por qué te ves tan fatal?  ¿Tuviste sexo o qué? Te ves roja y sudada como si hubieses follado.

—¡Matías! —grita mi hermano.

Sacudo la cabeza y cambio mi rostro a una feliz sonrisa—Perdón, no... es que justo había terminado de... estar afuera. El sol... —señalo el sol—. Y bueno, hace mucho calor...

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora