(THOMAS MORGAN)—Te ves raro, Thomas.
Frunzo el ceño—No es así.
—Sí, estas extraño —espeta Luke. La música ahoga mis pensamientos y eso es lo mejor por ahora. Cierro los ojos, calmando mis pensamientos.
—Te dije que no —refunfuño.
—Oh, vamos, te conozco desde pequeño y hay dos cosas que no rechazas nunca cada vez que vienes aquí: marihuana y cerveza —señala, divertido—. Y, por si fuera poco, hay una razón más, no estas coqueteando con ninguna chica. Algo está mal y ambos lo sabemos —justo en el momento en el que suelta sus palabras, mis ojos caen en Lana en una esquina del departamento. He flirteado con ella cada vez que andaba por aquí. Hoy no es el caso.
Suspiro. Olvidaba que Luke conoce cada parte de mi e intuye cuando me va mal. A veces puede ser un verdadero grano en el culo. Como ahora.
—Es Daniel —siseo.
Alza las cejas, confuso—¿Qué hay con él?
—Limitaron mis visitas —respondo.
Luke se incorpora de golpe mirándome de frente asegurándose de que no estoy mintiendo.
—Es verdad, hombre. No te miento —gruño. De mala gana y porque siento que lo necesito, alcanzo una botella de cerveza y bebo un gran sorbo—. De cuatro por mes, me limitaron a dos por mes. Es una mierda total. La última vez que estuvimos tanto tiempo separados fue cuando tuve catorce y estaban haciendo los papeles de su adopción.
—¿Por qué harían eso? La trabajadora social te conoce y sabe que has estado luchando por el desde hace tiempo.
—Lo sé, pero no es solo cuestión de ella —me inclino apoyando los codos en mis piernas, bebo un poco más, siento el sabor amargo en mi lengua, hablo—. Los que cuidan a Daniel sospechan de mi trabajo. Hablaron con su abogado y el juez.
Se congela, sus ojos oscuros me miran, incrédulos.
—¿Qué? ¿Co ...?
—Rachel me vio saliendo de la casa de una de mis clientas en la madrugada —confieso.
Se tira en el sofá de nuevo con los ojos grandes—Joder...
—De todas maneras, me pregunto qué hacia ella en la madrugada despierta —suelto.
—¿Daniel vive cerca de la casa de tu clienta?
Asiento.
—Debiste haberlo previsto, hombre —reprende—. Fuiste estúpido.
Mis ojos caen en él, su rostro serio y realmente preocupado me dice que de verdad se interesa por mi hermano tanto como lo expresa su rostro. He salido varias veces con Daniel y Luke cuando me tocaba las visitas, y he notado que Luke tiene un gran aprecio por Daniel, así como mi hermano se vuelve loco cada vez que ve mi amigo.
—Obvio que pienso en todo —aclaro—. Por eso mis trabajos con ella son siempre en la madrugada o en la noche. Nadie vaga por las calles a esa hora. De todas formas —hago una pausa—, ya la cancelé para siempre. No quiero que Rachel o Martin me vean allí por otras razones que no sean para recoger a Daniel.
—¿Qué le dijiste a la trabajadora?
Volteo hacia el con mi mejor cara de culo. Luke alza las manos con inocencia y fingiendo torpeza.
Pues, ¿Qué más le diría a la trabajadora social que regula mis visitas con mi hermano? Mentir.
No puedo decir:
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A Prueba De Ti [T#2]
RomanceNadie elige de quien enamorarse, porque créanme que, si así fuera, la mayoría elegiría a una persona diferente. Eso me sucedió con ella. No debía enamorarme, pero pasó y no pude evitarlo. Cuando la vi por primera vez, supe en ese mismo instante que...