☀️(41) Gracias por estar aquí

1.4K 96 29
                                    


(FRANCESCA BOWEN)

Toco la puerta cuando me encuentro frente a ella. Escucho una tos y luego su voz.

—¿Qué quieres, mamá? —pregunta con voz ronca y apagada.

Abro la puerta y solo meto mi cabeza—Soy Fran.

Puedo ver como el cuerpo de Thomas queda duro y tenso bajo las sabanas. Las luces están apagadas y solo una lámpara en la mesa de noche ilumina su rostro sudado y rojo. Puedo ver que está cubierto de lo que parecen ser diminutas pecas rosadas y marrones.

—¿Qué haces aquí? Vete —murmura, nervioso. Suelta un gemido y cubre sus ojos con su brazo, tapando parte de su rostro y eventualmente el sarpullido. Esta avergonzado. Chico tonto.

Entro por completo al cuarto y cierro detrás de mí.

—No me voy a ir, Thomas —le reprendo con voz más dura. Pega un salto ante mi tono estricto.

Observo el cuarto y tiene un tinte más infantil, como de preadolescente. Puedo ver posters pegados a las paredes y más muñecos de acción, ocultos por las sombras y la oscuridad. Este debió ser su cuarto antes de mudarse.

—Estoy bien, yo... —se calla sin soltar ni una mentira. De verdad que está enfermo.

—No estás bien —me acerco a él y me detengo frente a la cama—. Hazme un lugar.

Él duda, pero nuevamente mi tono duro logra convencerlo. Tal vez debería usar este tono de vez en cuando, parece funcionar. Ahora entiendo porque los hombres usan su voz de macho alfa para conseguir las cosas. Se desliza a un lado, sin dejar de esconder su cara. Me siento a su lado y el calor que despide su cuerpo y choca contra él mío, logra sorprenderme.

Poso mi mano en su brazo para sentir su temperatura, pero él la quita rápidamente. Noto que también tiene sarpullidos allí. A decir verdad, está repleto de ellas.

—¿Es contagioso? —le pregunto.

Niega—No.

—Entonces, déjame tocarte, esta vez no te voy a presionar ni te haré sentir incómodo—intento aligerar el ambiente, pero él no dice nada.

Llevo mi mano a su brazo de nuevo, y cuando me deja, siento su temperatura. Esta hirviendo.

—¿Tomaste algo para la fiebre?

—Si —responde.

Veo una fuente con agua y un pañuelo al lado. Lo tomo y lo mojo en el agua. Tuerzo el trapo lo suficiente para que no chorree.

—Quita tu mano —le digo con ese mismo tono demandante. Esta vez no se mueve. Tomo su mano y lo saco de su rostro a la fuerza. Está tan débil que ni lucha conmigo.

Lo dejo al costado de su cuerpo, y su mirada se posa sobre la mía para observar mi reacción. Puntos negros y rosados se exhiben en su mandíbula, cuello, pómulo y frente. Desde lejos parecería acné, pero son puntos más pequeños y están pegados uno al lado del otro. Sus ojos cafés apagados lucen ojeras oscuras y profundas, y su labio está tan pálido, que contrasta como blanco y negro entre todo su rostro rojo y sudado.

Aun así, sigue siendo totalmente sexy.

—Me veo fatal, ¿no?

—Sí, pero aun eres el chico más lindo para mí —le digo con toda la verdad.

Si lo que Luke y Nicole dicen es cierto, lo mejor que puedo hacer es mostrar lo que siento por Thomas. Nada de confusiones. Demostrarle que me gusta, para que no sienta vergüenza o miedo de demostrar sus sentimientos.

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora