☀️ (1) Eres un idiota, tonto

2.9K 144 22
                                    


23 DE SEPTIEMBRE. ACTUALIDAD.

Creo que deberían de existir maletas especiales para chicas.

Ya saben, más grandes y con un espacio infinito. Eso realmente sería grandioso. Si alguien lo inventa, sería la primera en comprarlo.

—Solo un poco más... Entra... —jadeo, cansada mientras me siento encima de la maleta y salto para que la ropa se aplaste o se encoja de alguna forma mágica para que pueda cerrar la maldita cosa.

Increíble que estemos en el siglo XXI y las maletas sin fondo sigan sin existir.

— ¿Te ayudo? —miro hacia la puerta y encuentro a Valen observándome con diversión.

—Me estarías ayudando si me das tu maleta —pongo mis ojos de cachorrito y comienzo a parpadear con ternura mientras salgo de encima de la maleta, que se abre de nuevo dejando a la vista toda mi ropa— ¿Por favor?

Bufa y entra a mi cuarto —Ya no tienes cinco años. No caeré en tus trucos manipuladores.

—Oh, vamos. Ni siquiera tienes tanto para llevar. Eres un chico. Ni siquiera necesitas maquillaje.

— ¿Y tú sí? Esa fealdad que tienes no se quita con delineador —su voz se tiñe de burla.

Le doy un golpe y él me empuja de regreso. Caigo encima de la maleta echando toda la ropa fuera. Miro a mi hermano y entrecierro los ojos en su dirección.

—Hazte un lado. Trataré de cerrarlo —me empuja nuevamente para que me haga un lado.

Me siento en la cama de mala gana y lo veo inspeccionar la maleta. Al momento en que lo hace, sus ojos y boca se abren en sorpresa. Me mira con incredulidad.

—Dime para qué rayos necesitas todo esto. Solo iremos unos días —comienza a revolver mis cosas. Me quejo, pero me ignora— ¡Nos vamos solo unos cuantos días! —repite—. ¿Por qué necesitas todas estas cosas? No vamos a mudarnos ¡Llevas todo tu maldito armario aquí dentro!

— ¿Qué? Pero no tengo idea de lo qué haremos una vez lleguemos allí. No estoy familiarizada con lo que ustedes hacen cuando viajan. Todo puede servir —levanta un vestido lleno de brillantina y lentejuelas, alza una ceja en una pregunta silenciosa—. Podría haber una fiesta —me defiendo.

—Eres una niña —pongo los ojos en blanco mientras veo que toma otra cosa—. ¿Y estos zapatos de carnaval?

—Quedan con el vestido. Y no son de carnaval solo porque tengan brillo.

— ¡Puras porquerías, Fran! Es una cabaña y un lago. Nada más. Lleva un traje de baño, algunos shorts y unas cuantas remeras y listo.

— ¿Y los zapatos? ¿Y mi ropa interior? ¡¿La planchita, ¡¿Valen?! ¡¿La planchita de pelo?! —comienzo a hablar, exagerada.

Resopla, hastiado—Los tenis quedan con todo. Puedes usar la ropa interior dos veces y lavarla —dice. Hago una mueca de asco—. Y tu cabello ya no tiene arreglo, hermanita. Será en vano llevar la plancha de cabello.

Lo fulmino con la mirada.

—Voy a golpearte, Valentino Bowen. Sabes que nunca me he detenido cuando te lo mereces —espeto intentando sonar molesta, pero no me sale, nunca me ha salido intentar ser una chica mala.

—Atrévete y no te llevaré —se cruza de brazos y me da una mirada de sabelotodo.

Gruño, pero no digo nada porque de verdad quiero ir de vacaciones.

Valentino y sus amigos viajan por una semana cada septiembre para festejar el cumpleaños de Sebastián y de mi hermano en conjunto. Gracias a nuestros padres que trabajan en una agencia de viajes, siempre tienen promociones para viajar, lugares y hoteles gratis. Eso es genial, pero sería aún más genial si yo pudiera aprovechar todos esos viajes. Este es el primer año que voy a viajar con Valen. Luego de tanto rogarle para que me dejara ir con él, accedió de mala gana y bueno, aquí estamos. Creo que se dio cuenta de que ya estoy algo grande y que puedo cuidarme sola e ir de vacaciones con ellos.

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora