(THOMAS MORGAN)Definitivamente lo que la señora Scott y yo fumamos no era marihuana normal.
Nunca antes me había sentido así. Y eso que antes solía fumar bastante.
Tengo un hambre voraz, me duele la cabeza como si una aguja me atravesara el cerebro una y otra vez y me siento tan cansado y con mucho sueño. Más de lo normal.
Mis parpados están pesados y me cuesta abrirlos. Cuando los abro por completo y parpadeo para acostumbrarme a la oscuridad, reconozco que estoy en una habitación.
Bostezo y me estiro de mala gana sobre la cama. Es cuando intento crujir mi cuello que me doy cuenta que lo tengo realmente duro y tenso. Intento moverlo de a poco para no lastimarme y hago una mueca de vez en cuando.
Demonios, ¿acaso dormí con el cuello dado vuelta?
No recuerdo casi nada antes de haberme desmayado. Ni siquiera recuerdo cómo es que me desmayé ni donde estaba cuando lo hice. Eso es raro. Siempre recuerdo todo, incluso cuando estoy ebrio de pies a cabeza.
Más tarde le enviare un mensaje a la señora Scott para preguntarle qué demonios me hizo fumar esa desgraciada.
Me pongo de pie con cuidado y por suerte puedo caminar y no me siento mareado. Camino lentamente para no tropezarme o desencadenar algún mareo haciendo que caiga al suelo.
Abro la puerta y por la derecha oigo algunas voces a lo lejos.
—No creo que sea buena idea que salgamos —esa es la voz de Valentino.
—Oh, vamos, estará bien, ya revisamos su temperatura y respiración para ver si no se murió por idiota —esta vez es Matías. Camino lentamente para ver de qué hablan.
—Hombre, es tu amigo, preocúpate un poco por él.
—Pues lo hice. Tuve que pagarle cien dólares a un tipo para que me siga hasta aquí con la moto de Thomas. Eso ya es ser amigos. Está durmiendo, y ya llegamos a la cabaña, es hora de que salgamos a festejar.
— ¿Y si se pone mal? —llego al final del pasillo y los veo a todos tirados en la sala. Noto un cuerpo en la cocina que se encuentra frente a la sala y veo que Francesca se prepara un sándwich mientras que tararea algún tipo de canción y baila al ritmo de esta.
La observo por un buen rato, mueve sus caderas de un lado a otro e incluso da pequeños saltitos en su sitio mientras que canta. Mi vista se dirige inevitablemente a su trasero y noto que lleva puesto un vestido que sirve de pijama bastante largo que le llega a las rodillas.
Es toda una chiquilla inocente.
—Bueno, pues entonces esta Fran aquí —Matías la señala e instantáneamente Fran se detiene. Su rostro se contrae en sorpresa.
—No estoy seguro... —Valen habla mientras se rasca el cuello.
—Ella lo cuidara bien, ¿No es cierto, bella durmiente?
Un recuerdo me golpea de repente, desorientándome.
Bella durmiente. Matt.
Mi pecho se aprieta en una sensación que no logro reconocer pero que me molesta.
Son celos.
¿Celos? Hace mucho que ya no siento nada por ella. Imposible. Lo reprimí. Lo olvide.
—Están locos —Francesca habla y la observo—. No cuidare a nadie. Que se haga cargo de sus acciones. Llévenlo a donde sea que vayan y déjenlo en el auto. En todo el viaje estuvo dormido, puede estar así unas horas más.
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A Prueba De Ti [T#2]
RomanceNadie elige de quien enamorarse, porque créanme que, si así fuera, la mayoría elegiría a una persona diferente. Eso me sucedió con ella. No debía enamorarme, pero pasó y no pude evitarlo. Cuando la vi por primera vez, supe en ese mismo instante que...