☀️(66) Oh, mi Dios

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(FRANCESCA BOWEN)

—Oye, eso no es cierto. No soy pervertida —me defiendo con el ceño fruncido. Valen me mira por el espejo retrovisor, su mirada parece ocultar muchas cosas.

—No estás con Thomas y luego dices que eres pura y santa —dice Lía con una sonrisita. Sus ojos brillan con diversión—. Debes tener la mente más sucia que un excusado.

Enarco las cejas y finjo estar ofendida. Al menos sus chistes y burlas me distraen de la tristeza que cubre mi alma. Rose ríe desde el asiento del copiloto, tiene la mano en el muslo de mi hermano mientras lo observa conducir. Un día después del baile de graduación, nos dirigimos con Val, Rose, Sebas y Lía a la fiesta que hace Camille, la amiga de Sara en su gigante mansión para celebrar la graduación de los chicos y el fin de clases. Todos se ven animados y exaltados, y su entusiasmo me contagia dejando los recuerdos de anoche atrás.

—Oh, vamos, lo dicen como si ustedes no follaran como conejos —estrecho la mirada hacia mi hermano—. Todos sabemos que desapareciste con Rose luego de la entrega de diplomas anoche. No creo que hayan ido precisamente a rezar.

—Y tú también desapareciste anoche —ahora mi hermano saca la artillería—. Y misteriosamente, Thomas también.

Rose lanza una mirada en mi dirección que solo yo noto. Me concentro en el paisaje en la ventana.

—Ya dije que fui al baño —digo.

Si tan solo supiera que no hice esas cosas sucias que seguramente Val hizo con Rose como piensan.

—Oh, pues yo también fui al baño.

Bufo—Si, y en lugar de apuntar al excusado, lo apuntaste en Rose, ¿no es así? —me burlo.

—Eso es asqueroso —se queja.

—Tú lo eres —digo.

—Thomas lo es —replica.

—Todos los hombres lo son —sigo.

—Yo no —Sebas se encoge de hombros.

—Tu no, cariño —murmura Lía—. Todos sabemos que eres medio mujer —ella besa su mejilla.

—Ajá, las cosas que te hago... no me dices que luzco como mujer —una sonrisa traviesa se forma en sus labios, y ahora Lía queda roja. Él se inclina y ambos se sumen en un juego de besos. Otra vez.

Arrugo la nariz. Mucha información para asimilar.

—Oye, ya, mi hermana está allí. Entiende —repite, Val.

—Déjalos —resoplo—. Me voy a vengar. Verlos besuquearse es asqueroso, pero mañana me llevaré a Lía por toda la tarde y no la tendrás... —canturreo a Sebas quien sacude la cabeza.

—Tal vez no salga contigo ahora que se de tu plan macabro —murmura Lía sin dejar de reír.

Valen estaciona el auto justo cuando Lía vuelve a besar a Sebastián. Lía es mi amiga, y he decidido pasar algo de tiempo con mis amigos como despedida antes de mudarme, pero es la primera vez que la veo tan pegajosa y cariñosa, tal vez sea porque nunca he estado con ella cuando estaba con Sebas. Las personas suelen ser diferentes cuando están solos así como cuando están con sus parejas. Como dos personas diferentes. Tal vez Lía es de esas personas, no es que me moleste.

—¿Nosotros nos vemos así? —pregunta Rose en voz no tan baja. Val la mira con adoración pura. Si, anoche Val y Rose arreglaron las cosas justo después de que la profesora de Literatura leyera el poema ganador de algún trabajo de su clase, la cosa que sorprendió a todos, es que ese poema era de mi hermano, y estaba dirigido a ninguna otra más que Rose.

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora