☀️(61) No lo pienses de más

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(FRANCESCA BOWEN)

—No estás comiendo nada, hija —la voz de mama irrumpe mis pensamientos. Alzo la vista frunciéndole el ceño—. Mira qué bueno que decidimos quedarnos aquí más tiempo. No te andas alimentando bien, Fran.

—Estoy comiendo bien. Solo déjame en paz —me excuso. Tener a mama presente estos últimos días no nos ha sentado bien a mí ni a mi hermano. Ignoro la mala cara que me da centrándome en el plato de cereal frente a mí.

—No me hables así, hija —dice mamá. Sus ojos se arrugan a los costados en un intento por reprenderme, pero solo me lanza una mala cara y su rostro vuelve a centrarse en su teléfono.

Nuestros padres han vuelto a casa y para nuestra sorpresa, aún no han mostrado intención de irse. Hace una semana que llegaron y la verdad es que ni yo ni Val lo esperábamos. Valen incluso estaba por salir con Rose a una cita y cuando lo vimos llegar pude ver cómo había perdido su buen humor. Yo no lo tome bien. No cuando mamá dijo que se quedarían hasta la graduación de Val para pasar más tiempo juntos como familia. Aunque la gota que rebosó el vaso fue decirme que no me reconocía y que ya era toda una mujercita. Entonces si exploté. Y Val se vio sorprendido, pero ya no sentía ese retorcijón en mi estómago al ver a mis padres, y ya no me sentía emocionada al saber que se quedarían más tiempo aquí, con nosotros. Solo estaba llena de decepción y rencor. Les dije un par de cosas de las que no me arrepiento y aunque mama quiso poner orden y demostrar autoridad, ambas cosas las perdió cuando dejo de estar presente en nuestras vidas. Valen está cada vez más blando con mamá, pero yo no puedo sentir ni un mísero gramo de respeto por mis padres. Ya no.

Termino de comer los cereales en grandes bocados, llevo el tazón al lavabo y sin despedirme, entro al auto de Val y lo espero. Esta semana ha estado especialmente atareado, y más aun con nuestros padres y las visitas de Rose a casa. Mamá no se ve muy feliz de ver a Valen con Rose y la verdad es que me parece ridículo que quiera hacer de figura materna después de tantos años. Valen prácticamente es adulto, se cuidó solo por años y debe ser molesto para él que mamá le esté prohibiendo salir con Rose a cada rato.

La puerta del piloto se abre—¿Todo listo? —pregunta. Lanza su mochila detrás y luego se gira y me regala una sonrisa de buenos días. Asiento con la misma sonrisa—. Genial. En marcha entonces. Tenemos que entrenar y estoy llegando tarde.

—Tú no tienes que estar nervioso. Matt si —le recuerdo. Hoy es el gran partido de futbol en la escuela y todos lucen especialmente nerviosos. Principalmente Matt, que es el capitán y que del juego de hoy dependerá su beca.

—Lo sé, lo sé. Pero si nosotros no hacemos un buen juego, es porque el capitán no tiene un buen control sobre nosotros, ¿entiendes? Todos queremos ayudar a Matt a conseguir la beca. Es lo único que tiene para su entrada en la Universidad —enciende el auto y salimos de casa a toda prisa.

Es cierto. Matías no es el chico más listo e inteligente de Sunset. Si ha logrado aprobar a estas alturas es gracias a todos sus amigos, a Val y a Thomas, que son los que mantiene mejores notas y promedios. Tal vez no sea bueno en la teoría, pero en la práctica y en los deportes es una bestia. Juega como todo un profesional y la única condición que necesita para una beca deportiva es que apruebe todas las materias. Hasta ahora lo ha conseguido, lo que falta es que los buscadores de talentos se fijen en él en el partido de esta noche y tendrá su futuro asegurado.

—Y... ¿lo saludaste? —pregunta Valen en voz baja haciéndose el tonto. Entorno los ojos en su dirección. Alza las manos en señal de inocencia—. Solo preguntaba. Sabes que hoy es su cumpleaños, ¿no?

—¡Claro que sé que es su cumpleaños! —espeto.

No podría olvidar el cumpleaños de Thomas ni, aunque me hicieran un lavado de cerebro. Mi corazón se acelera ante el pensamiento de la pequeña caja dentro de mi mochila.

A Prueba De Ti [T#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora