(FRANCESCA BOWEN)— ¿Qué le sucede?
Me encojo de hombros y trato de concentrarme en el pote de helado que tengo en medio de ambos.
—No lo sé, es bastante impredecible —digo metiendo un bocado de helado sabor banana.
El otro sabor se la dejo a Liam.
Estamos sentados en el césped sobre una enorme toalla playera a unos metros de los chicos que están bajo un gran árbol que da una increíble sombra que incluso nos llega a nosotros.
Decidida a no aburrirme con los estúpidos amigos de la novia de mi hermano, supe que debía hacer algo y decidí llamar a Liam. Soy bastante sociable cuando quiero, pero en este caso, estar con Sara, e incluso ver otra vez a Thomas y a Tammy coquetear, me quitaban por completo las ganas de ser buena anfitriona y quedarme con ellos.
De todos modos, si ellos no estaban, creo que lo habría llamado igual. Valen antes de salir de casa me dijo que me mantenga algo alejada de sus amigos y de él y me pareció lo mejor, aun lo sigue siendo. Puedo llevarme bien con Sebas y Matías, pero definitivamente llega hasta ahí la relación. No es como si fuéramos los mejores amigos.
Sintiendo el peso de la mirada de Liam sobre mí, con la cuchara aun en la boca, lo miro también. Sus ojos negros me miran con intensidad y me pongo algo nerviosa.
Saco la cuchara y hablo:
— ¿Qué sucede?
El ríe.
—Nada, solo que he estado pensando. No puedo creer que te guste ese chico, es un completo idiota —bufa—. Se ve que no tiene control, es impulsivo y se molesta cuando te ve hablar con otras personas.
El sigue mirándome esperando ver mi reacción.
Su comentario me molesta, pero no digo nada a la defensiva.
Eso solo le daría razones para sospechar sobre Thomas y mis estúpidos sentimientos.
Por lo menos necesito que alguien crea que Thomas no me agrada en absoluto.
Ruedo los ojos, agobiada.
—Ya te lo he dicho, no me gusta. Y es sobreprotector porque seguramente mi hermano se lo pide.
Thomas llegó hace unos minutos, y todos nos dimos cuenta de eso, debido al fuerte portazo que dió al cerrar la puerta del auto de Val y luego dirigirse directo a interior de la cabaña. Incluso mi hermano se congelo ante su reacción. Mi hermano cuida excesivamente su auto y ver eso fue como si le arrancasen un brazo.
Parecía molesto, pero luego al ver Tammy segundos después llevando las bolsas adentro, la idea desapareció de mi mente. Ella estaba con una sonrisa juguetona de oreja a oreja como si hubiera hecho algo ilegal pero placentero, pecaminoso pero a la vez irresistible de cometer.
Mi mente viajó a las "mil y un torturas mentales de Francesca Bowen" cuando pensé en todas las cosas que pudieron haber hecho en las dos horas y media que se ausentaron.
— ¿Y es su perro faldero para obedecerlo? —irrumpe la voz de Liam en mi mente.
El tono burlón y sarcástico en que lo dice me hace levantar la vista del pote y dejar la cuchara a mitad de mi boca.
Él debe notar algo en mi expresión por lo que dice:
—No lo digo de mala manera. Solo que me parece raro que el sea tan posesivo contigo —se excusa.
Quiero reír ante esa ocurrencia.
¿Thomas posesivo? ¿Conmigo?
¡Es la maldita primera vez en tres años que al menos nos decimos dos oraciones seguidas!
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A Prueba De Ti [T#2]
RomanceNadie elige de quien enamorarse, porque créanme que, si así fuera, la mayoría elegiría a una persona diferente. Eso me sucedió con ella. No debía enamorarme, pero pasó y no pude evitarlo. Cuando la vi por primera vez, supe en ese mismo instante que...