A Prueba De Ti [T#2]

☀️(25) ¿Te he dicho que amo tus ojos?

(FRANCESCA BOWEN)

Es Valentino.

Maldita sea.

¿Ahora qué hago?

No lo sé, tú te metiste en esto solita.

Que se esconda bajo la cama.

No puede, tu cama es baja, no entrara.

Que salte por la ventana.

¿Estás loca? ¿quieres matarlo?

Comienzo a dar vueltas en toalla por todo el lugar mientras Val golpea otra vez la puerta.

—¿Y ahora qué hacemos? —pregunto.

—No le abras —dice.

—No puedo —digo.

—¿Por qué no?

—Es que... es complicado —digo sin querer explicárselo. Tampoco es que hubiera tiempo para hacerlo.

—¡Ya se! ¡Escóndete en el armario! —susurro.

—¿Qué? ¡No! No tengo diez años.

Entorno los ojos.

—¡Tu propusiste esto! ¡Y querías que fuera a escondidas! —le digo para convencerlo—. Escóndete o abro la puerta y él te vera aquí conmigo en toalla, toda desnuda.

—Ya, ya, tienes razón —alza las manos y obedece.

Abro la puerta del armario y dejo que se meta en él con todas mis ropas y zapatos. Una percha cae encima de él cuando intenta acomodarse y le cubro la boca cuando la punta de esta le inca en la mejilla.

Me rio un poco y el me fulmina con la mirada.

—¡Francesca! —grita Val.

Cierro el armario con fuerza y camino hacia la puerta.

—¡Ya voy!

Quito el cerrojo y abro la puerta. Valentino abre los ojos como platos cuando me ve en toalla.

—Oh, no sabía que aún no estabas cambiada. Pensé que ya estabas lista y solo no querías bajar, ¿Por qué tardaste tanto en la ducha?

—Es que... —vamos, Fran inventa algo—, ¡me estaba depilando las piernas! —parece no creerme y frunce el ceño—. ¡Si! Es que quiero usar vestido para la fiesta y tenía las piernas peludas. Muy peludas. Parecía una mujer lobo. No me creerás —rio, nerviosa y el hace una mueca. Ya deja de hablar, idiota—. Tenía que depilarme las piernas y las cejas. También las axilas. Tenía mucho pelo. ¡por todas partes! Creo que aún tengo.

¡Ya cállate!

Me callo.

—Okey, era demasiada información, Francesca, pero está bien. Te espero, eh...abajo —dice alejándose—. Termina de quitarte todo el pelo y baja —se ríe —. Sara pregunto por ti, quiere que la ayudes en la decoración o algo así. Ya sabes como es.

Bufo—Si piensas que prefiero pasar el rato con tu novia de porcelana estas muy equivocado. Mejor me quedo aquí si tengo que hacer lo que me ordena.

Rueda los ojos—Ya, baja, todos están allí. Puedes beber. Thomas desapareció hace un rato para comprar más cerveza. El lugar está lleno.

Ahora que lo dice, puedo darme cuenta de la fuerte música que proviene de abajo. Supongo que estaba tan ocupada en mi cuarto que no me di cuenta...

Si, estabas ocupado dejando que te masturben hija del demonio, chica lujuriosa y pecadora.

—Sí, bueno, me cambio y bajo.