A Prueba De Ti [T#2]

☀️(55) Prometo esperarte.

(FRANCESCA BOWEN)

Los verdaderos amigos no son lo que están en las buenas y en las malas como simples espectadores.

Creo que hay una clara diferencia entre amigos y mejores amigos. Mientras que los amigos pueden decir que todo está bien solamente para hacerte sentir mejor, los mejores amigos están allí y si saben que estas hundido en mierda, no aparentan cosas que no son. Te dicen "Oye, estás hasta la mierda, amiga" y no solo eso, sino que también te ayudan a salir de esa mierda. No son simples acompañantes de tu dolor, comparten tu dolor, saben la mierda que pasas, y se comprometen a ti que hasta que no te levantes, caerán contigo y tratarán de levantarse en grupo.

Mark, Lucy y yo somos eso.

Porque están aquí conmigo, y no solo eso, también hemos estado mutuamente para el otro a pesar de los años.

Lucy se rompió la pierna mientras andábamos en bicicleta hace dos años, estuvo enyesada todo el verano mientras nuestros compañeros iban a fiestas de piscina, al cine o fogatas nocturnas. A Mark y a mí nos habían invitado a todas esas cosas, Lucy no podía, y se había puesto tan triste, que se había encerrado en su cuarto por dos días. Lucy es una chica extrovertida y con una energía que hace sentir vivos a todos a su alrededor, y ella estando de esa forma, sabíamos que le había afectado no poder moverse y salir a disfrutar con nosotros. Así que Mark y yo compramos las comidas favoritas de Lu y los documentales de videos paranormales que tanto le gustan y pasamos el resto del verano con ella. No salimos en ningún momento con los demás chicos, sino que nunca dejamos de lado a nuestra amiga y cuando le quitaron el yeso, que por cierto nos la pasamos dibujando de punta a punta, nos burlamos de los gruesos vellos que tenía en su pierna izquierda y la molestamos con decir que era la chica lobo. No la dejamos sola en ningún momento.

Luego Mark, cuando parecía tener problemas respiratorios, la pasamos realmente mal, le había dado una grave neumonía hace tres años y cuando nos enteramos que tal vez tendría un daño irreparable en uno de sus pulmones, Lucy y yo quedamos devastadas. Pasó dos semanas en el hospital, y luego de la escuela, Lucy y yo nos quedábamos con él mientras estaba inyectado con agujas y algunas veces con respirador artificial ya que sus pulmones no estaban funcionando correctamente. Cuando se recuperó me quedé en su casa varios días y lo malcriamos como si fuera un bebe recién nacido.

Hemos estado juntos por años, hemos pasado cosas buenas y malas juntos. Cuando me enteré de la infidelidad de mi padre, cuando Lucy terminó su relación con uno de sus novios, el día que Mark se cortó el dedo al intentar cocinar, cuando se lastimó al intentar saltar del árbol de mi ventana. Pasamos por risas, llantos, diversión, momentos difíciles, y dolor.

Como ahora.

Nadie me dijo "te lo dije".

Apenas llegué, Lucy me envolvió en sus brazos y me dijo: "Vas a estar mejor, rubia. No ahora, pero pronto. Créeme". Luego estaba Mark, que se me quedó mirando de pie en la sala, me dio una de sus sonrisas dulces que nadie suele ver excepto su hermana y yo, y también se acercó y plantó un beso en mi frente. Nos sentamos en el suelo de la habitación de Mark y miramos películas de terror desde su televisión comiendo una mezcla de palomitas, chocolate y helado. Lucy descansó su espalda en mis pantorrillas inclinadas, y Mark tenía su brazo izquierdo alrededor de mis hombros. Se acercó más cuando comencé a sollozar en silencio. Las preguntas me invadieron y me ahogaron por dentro, preguntas como: ¿Qué hice? ¿Veníamos bien o todo fue una ilusión? ¿Jugó conmigo o en verdad tiene problemas? ¿Por qué no confía en mí? ¿Por qué solo terminó conmigo sin darme más explicaciones? ¡Merecía más explicaciones! Estuvimos juntos por semanas, incluso antes de ser novios, merecía algo, una pista. Solo un mísero "algo", maldición. Al pensar en todo eso, lágrimas calientes se desbordaron de mis ojos, recorrieron mis mejillas y sentí como caían en mis manos entrelazadas pegadas a mi pecho. Mark giró su cabeza hacia mí, chocamos miradas y una sonrisa dulce se formó en su rostro a medida que negó con la cabeza.