Capítulo 6 Primera Pista.

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Me sentía dolida, quizá el tuviera razón pero... Yo era la que tenía el don, yo era la vivía literalmente esos sueños, sabía lo que era y no era real. Tal vez si, al principio lo dude, pero anoche pude entrar su mente, viví sus recuerdos, si estuviera muerta no podría hacerlo. Entonces, ¿Por qué era tan difícil creer en mi palabra?. Salí de la oficina, mientras escuchaba como Derek contestaba de mala gana, camine por el pasillo, pase de largo el comedor y entre a la cocina. Se me habían escapado algunas lágrimas en el trascurso, así que me las limpie rápidamente. Rose, estaba terminando de exprimir el jugo de naranja, dejo de hacerlo y le dió la vuelta a uno de los cupcakes en el sartén. Me acerque a ella, tomé una naranja del frutero y un cuchillo y la corte a la mitad, metí una de las mitades en la máquina exprimidora y en sumo empezó a salir. Sin darme cuenta más lágrimas empezaron a salir, silenciosamente, me dolía, me dolía mucho que dudará de mi, que no creyera en mis capacidades, por qué sí, eso era lo que estaba haciendo. Lo admitía, admitía que yo aún, no sabía manejar mi don muy bien y que en muchas ocasiones se salía de control, pero... Esta vez no me equivocaba, yo estaba segura de que ella estaba viva, pero la pregunta era... ¿Dónde? ¿Por qué nunca me busco?. Tomé una segunda naranja y volví a repetir el procedimiento. ¿Siempre iba a ser así? ¿Qué me aseguraba que Derek no dejaría de dudar de mi en algún momento? ¿Así de fácil era darme un voto de confianza? Salí de mis pensamientos, Rose había puesto una de sus manos en mi hombro y me miraba con preocupación, le sonreí, aunque parecía una mueca.

-Roxana- la voz de Derek resonó en la cocina, parecía molesto por su tono, no me moleste en mirarlo así que me concentre en lo que estaba haciendo, le daba la espalda- Mamá acabo de llamar, mis hermanos vienen de camino, pidió que hicieras algo de comer, para reunirnos todos en la mesa.

-¡Por Dios, Derek!- exclamó Rose- Mira la hora que es, ¿A qué hora prepararé algo de comer para todos? ¿Por qué no me avisaron más temprano?- preguntó preocupada.

-Yo tampoco lo sabía, Margared a penas me informo. Prepara pasta- sugirió.

-Buena opción, la pasta de cocina rápido. Pero ¿con qué?- pregunto ella.

-No lo sé, pregúntale a la señorita Ana- me mordí el labio inferior, me di la vuelta y él ya no estaba en el marco de la puerta, había desaparecido.

...

-¡Buenas familia, carajo! ¿Dónde están todos?- exclamó Lizzeth, salí de la cocina junto a Rose y la recibimos en el vestíbulo- ¡ROSE, ANA!- grito, corrió hacia mi y me abrazo, no me daba miedo que ellos me vieran. Después de todo, toda la familia sabía que yo había fingido mi muerte- Pero que gusto verte, ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha tratado el idiota de mi hermano? ¿Y tus heridas?- tantas preguntas me mareaban.

-Líz, hermana, déjala la estás asfixiando- la regaño Dominick, le sonreí ampliamente y lo abracé, no lo veía desde el accidente, seguía igual que siempre y su asentó inglés era el que más me gustaba- Anais, me gusta mucho ver que te encuentres mejor. Rose, mi hermosa Roxana- Dominick la abrazo por lo hombros y le plato un beso en la mejilla.

-¡Querida cuñada!- exclamaron al unísono Jasper y Patrick, ambos me dieron un meloso abrazo de oso- Por lo visto estas intacta, así que mi hermano aún no te a encajado los colmillos- agrego Jasper burlón- Rose, que bueno verte, ¡Me encanta regresar a casa!

-O lo oculta muy bien, a ver muéstranos las marcas de los colmillos- respondió Patrick, reí por lo bajo.

-¡PATRICK!- exclamó, Rose, regañandolo- te comportas.

-También te extrañé, Rose, hermosa mía- le dijo.

-Hablando de mi hermano, ¿Dónde está?- me preguntó Liz y me quedé sin saber que contestar. Había desaparecido hacía unos horas, ni siquiera había desayunado y aún no lo volvía a ver.

Encuentros #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora