Capítulo 55 Niño y Niña

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Dos meses después

Solté un desgarrador grito de dolor mientras sentía lo choques eléctricos recorrer mi cuerpo entero, en una tortura casi a la que ya me había acostumbrado en el último par de meses. Grité por que en esta situación era lo único que podía hacer. Mis lágrimas salieron sin poder detenerlas, quisiera decir que ya me acostumbré, que el dolor físico era menos con cada sesión, pero no, era peor. Los últimos dos meses habían sido peor, que cualquiera cosa que haya vivido antes. Caín estaba obsesionado con mi sangre, con la forma en la convivían células de demonio y de ángel y aún así, no se mezclaban. Tenía los brazos amarrados a las barandas de la camilla y una mordaza en mis labios. Sentía tanto cansancio tanto emocional, cómo física. Cuando no me estaban torturando, me mantenían sedada, me había vuelto dependiente a las pastillas para dormir. Caín tenía el diario de mi padrino, (no pregunten de dónde lo saco, por qué no lo sé) Está obsesionado con crear súper soldados como yo, algo así como lo que quería hacer Macristen. Todo lo veía muy borroso y sentía que iba a vomitar en cualquier momento. Mi abdomen había crecido de una manera exorbitante, parecía que tuviera un embarazo de 6 meses o más. Cuando realmente sólo habían pasado 4, semanalmente venía una bruja a revisarme, una bruja por que mi embarazo era realmente raro y un doctor no podría cubrir lo que crece en mi vientre. Había adquirido una conexión con mis hijos, sí, todas las mamás tienen conexión con sus hijos, pero... Mi conexión con ellos sobrepasaban la barrera extrasensorial, los sentían, ellos me obedecía, podría decir incluso, que me hablaban. Ellos me daban fuerza vital para subsistir, me habían salvado estos últimos dos meses. Me cambiaban de lugar cada dos semanas y lo hacían siempre que estaba dormida, así que no sabía con exactitud mi localización, tenía la esperanza viva de que pudieran encontrarme, confiaba ciegamente en mis hermanos y sus capacidades, confiaba en Derek y a pesar de que no había podido comunicarme con nadie por el mundo onírico, sabía que me estaban buscando. Las investigaciones científicas, cómo él las llamaba, se detenían una vez por semana, cuando venían a revisarme. De resto siempre estaba midiendo mi capacidad de aguantar dolor, que era más alto que un cazador promedio, las heridas que me hacía se regeneraban de manera rápida, todo lo escribía ahí en su libreta. Había intentado dos veces sacarme sangre y trasplantarla otra persona, pero había fallado, mi sangre, mis nanopartículas, mis células se aferraban a mí y en las dos ocasiones había terminado casi con un infarto. Siempre estaba vigilada, a pesar de que no tenía forma de escapar y a veces él se sobrepasaba y me besaba, aunque siempre terminaba igual, con un mordisco en su labio y una bofetada en mi mejilla. Finalmente, después de casi una hora de tortura, terminé por desmayarme. Sentía que a lo lejos me llamaban, escuchaba su pequeña y delicada voz, aunque casi en susurro. Megan llamaba mi nombre, me pedía que estuviera tranquila. Sabía que solo era una pesadilla, no podía comunicarme con nadie, pero me reconfortaba escucharla y solo esperaba que estuviera bien, que la estuvieran cuidando bien, ella ya había perdido muchas personas merecía algo mejor que quedarse huérfana toda la vida. El sueño cambio, ahora estaba en una habitación, en una decorada llena de colores, yo me sentía bien. Al frente de mi dos cunas, una azul y otra rosada, arriba de ellas tenían dos nombres "Eris y Caleb" sentí sus brazos alrededor de mí, era hermoso.

-Señorita Franklyn- Escuchaba una voz lejana que me llamaba por mi apellido, abrí los ojos y cuando intente moverme no pude, estaba en una camilla amarrada con grilletes. Fruncí el ceño, trate de mover mis brazos pero no pude- Temía que se perdiera la diversión- Miré hacía todos los lados, a mí lado estaba él, la cabeza me dolía bastante.

-Para- Susurré- Por favor.

-Empezaremos con nuestra investigación, de nuevo- Dijo- Quiero llegar a esclarecer que hizo que tu sangre fuera la sangre más poderosa que existe, lo más importante por que solo tú y no alguien más.

Encuentros #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora