Capítulo 13 Viaje al Pasado

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Desperté poco a poco por la luz que se colaba en la ventanas, trate de removerme pero el peso del cuerpo de Derek encima de mí me lo impidió, tenía su cabeza encima de mi pecho y sus piernas enredadas con las mías. Procese lo sucedido anoche, hicimos el amor... ¡Carajo! Hicimos el amor. Nunca creí que eso sería posible. Él se encontraba totalmente dormido, me abrazaba sin soltarme un milímetro, su respiración era muy tranquila. Me quedé un segundo mirando como dormía, se veía tan relajado mientras dormía que temía despertarlo si me movía. Traía su espalda descubierta y pude admirar mejor el tatuaje que traía en la espalda, no lo había reparado nunca, hasta este momento. Un ave fénix, en colores amarillos y rojos, venía desde su espalda baja y cubría sus omóplatos. Las alas del fénix se extendía mostrando su majestuosidad y resurgía desde las cenizas, en sus patas sostenía una balanza y una de las partes de inclinaba más que la otra. Era realmente hermoso el tatuaje. Me llamo más la atención un relieve en su piel, unas especies de cicatrices que no alcanzo a cubrir la tinta, pase mis dedos por encima de ellas, repasandolas, eran ásperas y muy marcadas parecían latigazos, pero no estaba segura completamente. Trague saliva, imaginando que quizá, alguien lo había torturado de alguna forma, me imaginé a Derek gritando de dolor y se me encogió el corazón. Lo abracé más a mí. Ambos seguíamos desnudos y empezaba a ser frío. Por lo regular Blacksburg era igual de frío Lynchburg, pero en está época del año estábamos empezando a entrar en invierno y hacia mucho más frío que de costumbre y más si estábamos por las costas. Me sobresaliente un poco al escuchar unos golpes resonando en la puerta, quise moverme pero Derek se apego más a mí, no quería despertarlo, pero tampoco podía dejar afuera a quien quiera que estuviera tocando.

-Anais, cielo ¿Estás despierta?- la voz de Margared resonó en el otro lado de la habitación- Cariño, ¿puedo pasar?- preguntó. Derek se movió bruscamente y de cubrió la cabeza con la almohada.

-Dame un segundo. Margared- le grité, me solté del agarre de Derek y me puse de pie, mis piernas temblaron brevemente y me ardió un poco mi zona sensibles, me acerque al perchero al lado de la puerta y me puse la bata, cubriendo mi cuerpo, gire el picaporte y abrí- Hola, buenos días.

-Ana, buenos días. Lamento despertarte, pero estoy preocupada por Derek, anoche no vino a dormir y bueno, es normal que desaparezca unas horas, pero siempre me llama si no viene a dormir- empezó a hablar rápidamente.

-No te preocupes, Margared, estoy aquí- habló Derek detrás de mí, ella ladeó la cabeza para mirar por encima de mí hombro- Vine tarde, por eso no te avise que vendría- explicó.

-Oh, eh...- estaba nerviosa, mucho- Yo... Eh... No lo sabía, perdón si interrumpo algo, no era mi intención- ella se sonrojo y yo igual. Dios santo, que vergüenza.

-No te preocupes, no pasa nada- le dije, de hecho, había pasado de todo anoche. Ella asintio.

-Eh... El Jet estará aquí en una hora. Ana, ¿Aún quieres ir?- preguntó, asentí- Perfecto, llegará a las once, son las 9 pasadas y deben conducir hasta el aeropuerto, así que yo creería que es mejor que vayas arreglandote- asentí, ella se despidió, aún sonrojada y se fue. Cerré la puerta y me gire para ver a Derek. Él estaba recostado en el respaldo de la cama y me miraba con una ceja arqueada... Que no vaya a empezar por favor.

-Buenos días, señorita Braus- me saludo burlón.

-Buenos días, príncipe Cranwell- lo seguí- Parece que amaneció de un excelente ánimo hoy.

-Oh, de hecho dormí de maravilla- sonreí, el me hizo un ademán con las manos para que me sentará a su lado y así no hice, camine hasta sentarme a su lado- ¿Cómo estás?- preguntó sobando mi mejilla con sus manos- Te... Te sientes bien.

-Si, me siento muy bien, me duele un poco, pero estoy bien- conteste y el sonrió- Debo ir a bañarme, nos iremos en menos de una hora- el asintio.

Encuentros #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora