Capítulo 38 Familia

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Hubo un momento en mi vida donde creí haberlo perdido todo, anhelaba con todo mi corazón el momento donde pudiera encontrarme con mi familia, mi familia, esa que me ha apoyado desde lo momentos más difíciles y las situaciones más alegres. Lo más importante para mí siempre iban a ser ellos, mis hermanos y mi padre, ahora comprendía que el peor error que pude cometer fue haberme ido y dejarlos. Al principio lo hice para mantenerlos a salvo, quería ponerlos fuera del peligro que me amenazaba a mí. Lo que nunca comprendí fue que una familia era una especie de sociedad y todo (sin excepción) lo que le afecte a uno también le afectara al otro. Creí haberlo perdido todo, pero... Hoy, aquí, con ellos, volví a recuperarlo y entonces comprendí que no tenía porque pedir nada más, tenerlos cerca era como soplar las velas teniendo el deseo al frente. Mis hermanas habían preparado todo para el cumpleaños de mi hermano mayor, habían decorado toda la casa, habían puesto globos por todo el lugar, habían serpentinas y mucho confeti, también habían comprado un bizcocho de chocolate y le habían puesto el número 24. Tessa permanecía sentada. Elif dijo que esta mañana se había estado quejando de mucho dolor y le costaba caminar aún, pero que su herida poco a poco se estaba curando. La niña estaba al lado de Aaron ambos estaba jugando, estaba sonando una música muy alegre de fondo, yo estaba al lado de Derek lo miré de reojo y estaba sonriendo, estaba feliz, todos lo estábamos. Me sentía la mujer más dichosa del mundo. Papá nos llamó a la mesa para partir el pastel, me acerqué a mi hermana menor y la ayude a poner de pie, ella me sonrió, la lleve a una de las sillas y la dejé allí con cuidado. Estábamos todos juntos, mi padre, Elif, Tessa, Derek y la niña, al frente de nosotras estaba Aaron. De fondo empezó a sonar la ridícula canción de cumpleaños que sabía perfectamente que mi hermano detestaba pero aún así la cantaba. Cantamos al unísono mientras sonaban los aplausos. Cerro sus ojos para pedir un deseo, mis tres hermanos siempre han sido muy creyentes a que lo deseos de cumpleaños siempre de cumplen, y esperaba de todo corazón que realmente se cumpliera absolutamente todo lo que pidiera, se merecían toda la felicidad del mundo. En el fondo sabía que faltaba alguien aquí y esa era Claudia, ellos nunca celebraron un cumpleaños sin sus dos padres juntos, pero ambos ya llevaba cerca de siete meses separados, así que... Dudaba mucho que se dieran otra oportunidad. Los azulados ojos de Aaron me miraron y en su rostro se formó una hermosa sonrisa, estiró su brazo para que me acercará. Me separe de Derek y fui hacia él, me rodeó con sus brazos y me dio un beso en la sien. Papá se acercó para tomarnos una foto, el flash de la cámara salió disparado y por un momento me cegó. Era un de esas cámaras en las que al instante salía la foto.

-¿Qué pediste de cumpleaños, Aaron?- Preguntó Megan, manteníamos abrazados y él me miró.

-Este año no pedí ningún deseo, pequeña. Por que el que iba a ser mi deseo ya está aquí- Contestó él, sonreí y le di un beso en la mejilla.

-Supongo que los deseos si se cumplen- Contesté. Tomé el cuchillo y empecé a partir el bizcocho por pedazos y los puse en los platos desechables.

-Bueno... Yo quisiera decirles algo muy importante- Habló Derek. Lo miré sin entender muy bien lo que sucedía y y entonces comprendí, que negué con la cabeza- Es una decisión que Ana y yo tomamos y que afortunadamente ella aceptó- Elif me miró, ella sabía lo que se avecinaba con la noticia.

-Derek, no creó que sea el momento adecuado, por favor- Habló mi hermana.

-¿A qué te refieres?- Preguntó Tessa.

-Anais, tú sabes perfectamente que siempre he respetado tus decisiones, pero creo firmemente en qué debemos salirnos de esto de una vez por todas- Me contestó.

-¿A qué te refieres Derek?- Habló papá.

-Ana, no me digas que estas embarazada- Dijo Aaron, negué frenéticamente.

Encuentros #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora