Narra Tessa:
Terminé de guardar las últimas cosas en la maleta, la tomé de las cuerdas y la puse junto a las de mi hermana, solté un suspiro, tomé la toalla y me dirigí al baño, quería darme un baño antes de iniciar el viaje, nos iríamos por carretera así que llegaríamos en un día, eran casi 24 horas en auto. Abrí la ducha mientras el agua caliente corría. Sabía que Elif estaba muy enojada conmigo por Sofía, pero mucho antes de que ella se fuera con su padre era mi amiga, no tenía a nadie y además ella no había tenido nada que ver con el ataque había hecho Cristofer contra la hermandad, incluso nos había ayudado a detenerlo, así que ella no debía ser juzgada por algo que no hizo. Estaba segura que Ana le daría el beneficio de la duda, así que honraría su memoria. Hace dos noches me encontré con Sofía, había citado a mi hermana en el cementerio donde habían enterrado a su padre, llegue a media noche y ella ya estaba ahí, al principio se mostró conmocionada por la noticia de la muerte de Anais, no lo podía creerlo y cuando se lo dije pensó que yo estaba evitando que se encontrarán me atacó, típico en ellos, atacar cuando desconfían, después de algunos golpes por parte de las dos terminamos exhaustas como para seguir, así que la lleve a la tumba de Anais, sólo ahí fue cuando me creyó. "No lo puedo creer, ella peleo con hombres lobos, vampiros e híbridos ¿y se dejó vencer por una insignificante bruja? vaya desperdicio" recuerdo que fueron sus palabras, me reí en mi interior, también creía lo mismo, aunque mi hermana había muerto como una héroe. Después de eso nos quedamos hablando casi toda la noche, le conté que su asesina aún seguía viva y la buscamos por todas partes. Sofía también me contó sobre su verdadera naturaleza y de dónde venía, se la había pasado el último año viajando por el mundo, había estado en Marruecos, Roma, Grecia y Persia y en esos lugares se descubrió así misma, domino su oscuridad y ahora quería una segunda oportunidad. Me daba un poco de envidia ella tenía casi mi misma edad, (si no era un año mayor que yo) y era independiente, había logrado encontrarse consigo misma y yo aún no estaba segura si seguiría con los cazadores. Me sequé el cabello cuando termine, me puse una toalla en mi torso y salí a la habitación. Me puse unos jeans de cuero negro ajustados, una blusa del mismo color escote corazón una chaqueta de cuero. Elif entró a la habitación y me miró mientras sujetaba mi cabello en una coleta, había estado planeando cortarlo un poco, ya estaba bastante largo.
-¿La pequeña demonio vendrá?- Preguntó mi hermana, era las primeras palabras que me dirigía desde hacía unas horas, puse los ojos en blanco.
-Su nombre es Sofía, Elif y sí, si vendrá- Contesté.
-Quiero ver cómo lograrás sacarla de aquí sin que las cámaras la vean, si la atrapan dile adiós a los cazadores de Demonios y hola, a cualquiera de las tres cárceles de máxima seguridad del cónclave- Tomó un cuchillo que reposaba encima de la cama y salió de la habitación, a veces desearía que me tuviera un poquito de fé. Había hablado con ella unos minutos antes y había dicho que tenía un plan, ojalá fuera cierto, tomé las maletas y salí de la habitación con ellas en mi hombro, según lo que tenía entendido, iríamos Garrye, Evans, mi hermana y yo en un auto y Derek nos seguiría el paso en la moto y hasta hoy seguía sin entender porqué carajos tenía que involucrarse con nosotros. Salí del castillo y llegue al auto ya estacionado en la entrada, puse mi equipaje en la parte de atrás y me crucé de brazos a esperar a Evans que no llegaba. Lo ví salir por las grandes puertas, mi hermana de inmediato se puso nerviosa, ella no solía hacer eso, él llegó y me saludó de beso en la mejilla y puso sus cosas en el mismo lugar donde yo las deje. Entrecerre mis ojos al ver el comportamiento de ambos, ya que estaba ignorando mutuamente.
-¿Ustedes qué se traen?- Les pregunté, me iban a contestar, pero la presencia de Garrye y la directora los cayó de inmediato. Garrye guardo, también, sus maletas.
ESTÁS LEYENDO
Encuentros #3
Vampire-Aquellos que hemos sido víctimas de una injusticia, sólo nos quedan dos opciones para sentirnos satisfechos, la venganza, o el perdón absoluto y yo no pienso optar por la segunda. -¿Ni aún sabiendo que eres la mano izquierda de Dios?- preguntó Den...