Narrador omnisciente.
Seoyeon se había levantado del sillón en donde estaba estudiando con Jimin para ir a la cocina por algo de beber. Caminó hacia la cocina, abrió la heladera y se sirvió una vaso de agua. Cuando terminó, dejó el vaso en la mesada para después lavarlo. Salió de la cocina chocando con un cuerpo más grande que el de ella, quedando muy cerca.
Era Jimin, era la única persona —además de ella— que estaba en la casa.
—Lo siento— susurró ella, con la cabeza gacha y las mejillas sonrojadas.
Los dos estaban muy cerca, demasiado. Jimin no paraba de ver su rostro, que se podía ver poco ya que Seo tenía la cabeza gacha. No podía creer que iba a jugar con los sentimientos de un ángel como ella. Y, ahora, no sabía que hacer.
Seoyeon no paraba de ver a los costados, estaba muy nerviosa y esperan a que alguno de los dos se separe o diga algo. En un momento, su mirada paró en los ojos de Jimin, que estaba mirándola a Seo.
Jimin iba acabando poco a poco con la distancia que habia entre ellos dos. Seo no se movía de donde estaba, y tampoco lo estaba deteniendo, ella no quería. Jimin se acercaba cada vez mas y mas, y Seo no sabía que hacer.
En un momento, Jimin rozó sus labios con los de la chica. Ella tenia los ojos cerrados y el también. Jimin chocó sus labios con los de ella. Bajo sus manos hacia la cintura de la chica. Ella todavía no se movía. Jimin empezó a mover sus labios encima de los de ella. Luego de un rato, ella correspondió ese beso.
Se tubieron que separar por el ruido de la puerta. Eso queria decir que el papá Seoyeon había llegado.
—Hola, hija— su padre saludó a Seo —Hola, amigo de mi hija— el padre también saludó a Jimin.
—Papá, el es Jimin, Jimin el es mi padre, Jong In— dijo ella sonrojada por lo de recién.
—Un gusto— los dos se estrecharon la mano.
—Papá, nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo en la sala— avisó ella.
—Discúlpame hija, pero la estare usando. Vayan a tu habitación— dijo el padre.
—Esta bien— asintió la chica aún mas sonrojada.
Ambos solos en la habitación de Seoyeon.
Ellos volvieron a la sala para buscar sus cosas y subir a la habitación de Seoyeon para continuar con el largo trabajo de Historia. Una vez allí, Jimin no paraba de mirar la habitación: había algunos posters de películas, algunas imagenes con su familia y otra con su padre y otra con su madre. El escritorio de ella se encontraba bien ordenado con varios lapiceros y estantes encima del escritorio. Toda la habitación de ella siempre estaba ordenada.
(...)
Luego de haber terminado el trabajo —o de haber hecho una gran parte de él—, Jimin se había ido de la casa de Seoyeon casi de noche. El padre de ella iba a invitarlo a cenar, pero cuando vio la cara roja de su hija, supo que de algo tenían que hablar. Jimin se fue de la casa de los Go con un beso en la mejilla de ella.
Seoyeon bajó las escalera para encontrarse con su padre sentado en la sala mirando la televisión, con los brazos cruzados en su pecho. Seo se acercó y se sentó a su lado.
—¿Quien es ese chico?— preguntó el, sin quitar la mirada de la televisión.
—Es un compañero— respondió ella, encogiéndose de hombros.
—No pareció eso cuando se besaron— su padre trato de contener la risa que llevaba guardada. Él había visto todo, pero no iba a hablar de eso frente al chico y su hija.
—¿Nos viste?— preguntó ella, con los ojos muy abiertos. No podía creerlo, el padre la había visto besando a un chico, en su casa.
—Sí, por la ventana de afuera— dijo el padre de ella señalando la ventana.
Nota mental: cerrar las cortinas de la casa. Pensó Seoyeon.
Ella, con su cara sonrojada, se cubrió con un almohadon, que estaba a lado suyo. Quería desaparecer en ese momento, o que los almohadones se la llevasen.
—Si te hace algo, me avisas— le avisó él, levantándose del sofá para ir a la cocina.
Ella se levantó del sillón para ir a su habitación —fue casi corriendo—. Cuando llegó, escucho como su celular vibraba, era un mensaje. Llego a él y vi que le había llegado un mensaje de un número desconocido. JongIn le había dicho que, por favor y por seguridad, no los contestara, pero no sé resistió cuando vio que decía Jimin.
Número desconocido.
Buenas noches❤️🌙
Jimin.
Jimin, el chico que habia besado recientemente —para ser específicos, esta tarde—, le habia mandado un mensajes deseándole buenas noches. Ellos recién se conocían y Seo no sentía mucha confianza todavía para hablar por mensaje, pero, sin duda, eso le había sacado una sonrisa.
Editado: 05/05/2021.
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¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]
Fanfiction¿Por qué, luego de esa apuesta, sigues sonriendo? ¿Por qué, luego de esa apuesta, no te vengaste? ¿Por qué, luego de esa apuesta, finges no estar lastimada? →No copias. →No adaptaciones. →BTS. →Jimin.