¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]

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Narra Seoyeon:

Me encontraba en la puerta de entrada de la escuela, buscando a Yuna -con la mirada- por todas partes. Tenia que hablar con ella sobre algunas cosas y aclarar algunos términos.

-Hola, bebé- apareció Jimin a mí lado, con sus manos en los bolsillos.

-Oh, hola- me acerqué a él.

-¿Que estabas haciendo?- preguntó.

-Nada- mentí. Estaba claro que él no quería que hable con Yuna para que, luego, no haya problemas entre nosotras. Jimin tenía los ojos entrecerrados, sospechando de mí.

-Entonces no estarás buscando a Yuna por lo que te conté la otra vez, ¿no? - preguntó, acercándose a mi.

-Nop- volví a mentir.

-Ya dije, no quiero que te metas en problemas- dijo, más cerca de mi.

-Es que me molesta lo que hizo- contesté, frustrada.

-Pero mira el lado bueno, tu estás conmigo y ella no- sonrió y se encogió de hombros.

-Tienes razón- asentí.

-Ahora, mi beso de buenos dias- reclamó, colocando sus manos en mí cintura para acercarme más a él.

Cuando lo estaba por besar y pasar un momento romántico entre nosotros, aparecen seis chicos al frente nuestro, interrumpiendo el momento.

¡Gracias!- sarcasmo.

-Hola, pareja- nos saludó Jungkook, con sus manos en los bolsillos.

-Hola, chicos. Gracias por interrumpir el hermoso momento con mi novia- habló Jimin, sarcásticamente.

-Oh, vamos, si están todo el tiempo junos- dijo Nam, haciendo una cara pervertida.

-¿Que quieren?- preguntó Jimin, soltando un suspiro.

-Nada- respondieron ellos, encogiéndose de hombros.

-Vamos, Seo- Jimin tomó mi mano y tiró de ella.

-¡Nos vemos, chicos!- los saludé, moviendo mí mano en el aire.

Caminamos por dentro de la escuela, tuvimos que hacer un apartada en el casillero de Jimin para buscar sus libros y un par de cosas más. Sacó sus materiales para su siguiente clase: literatura. En esa clase, no estamos juntos, a mí me toca con JungKook, y a Jimin con Yuna.

Espero que no pase nada malo.

(...)

Las clases, en el día de hoy, habían pasado rápido. Jimin me había acompañado hasta la puerta de mí casa. Cuando se enteró que papá estaba en casa -porque le habían dado el día libre-, ni si quiera preguntó y entró a casa a saludarlo. Papá y Jimin estuvieron un rato largo hablando y mirando la televisión.

Cuando Jimin tuvo que irse, se despidió de papá con un abrazo y a mí besó frente a papá. Creo que mis mejillas casi explotaban por el sonrojo. Subí a mí habitación a cambiar mí ropa y a dejar mis cosas de la escuela, y volví a bajar para hablar con papá.

-Hola, papá- lo saludé.

-Hola, hija- sonrió cuando me vio.

-Quería preguntarte una cosa- pedí, sentándome en el sillón a su lado él.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Jimin y sus amigos, que también son mis amigos, están organizando un viaje para ir a Busan por el fin del año escolar- le expliqué.

-Hija, yo no conozco a los amigos de Jimin- me dijo él.

-Pero sabes que Jimin es mi novio y me puede cuidar antes todo- insistí.

-Luego hablaré con Jimin- dijo.

-¿Eso quiere decir que lo estás pensando?- le pregunté ansiosa, espetando su respuesta.

-Puede ser- asintió lentamente con la cabeza, sonriendo.

-¡Gracias!- exclamé y besé su mejilla.

-¿Sabes cuando te entregarán la notas de todos lo examenes finales?- preguntó papá, sin dejar de mirar la pantalla del televisor.

-Habían dado el comunicado de que íbamos a tener que ir a la escuela en vacaciones para ir a recibir las notas- expliqué.

-Seguramente te habrá ido bien. No te vi salir de tu cuarto por mucho tiempo ¡Fighting!- exclamó con su puño cerrado y yo reí.

-Eso espero- solté un suspiro, me volteé para estar en frente de la tele y apoyar mi cabeza en el hombro de papá.

Había pasado mucho desde que no pasábamos tanto tiempo juntos, como padre e hija. Y extraño eso.

(...)

Con papá planeamos salir a cenar solo nosotros dos, como hacíamos en los viejos tiempos. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos arreglamos y salimos a cenar. El trabajo lo tenía papá mucho tiempo en la oficina y yo teniaucho que estudiar.

-¿A donde quieres ir?- preguntó mi papá, caminando a mí lado.

-A donde sea está bien. Con que haya comida, me parece bien- le respondí, entrelazando mí brazo con el suyo.

Caminamos un poco mas hasta llegar a un restaurante cerca de casa. Era elegante y grande, había gente cenando y charlado con sus acompañantes.

En la cena -junto a papá-, hablamos sobre como iban nuestras vidas: como me iba en el colegio, como le iba en su trabajo, sobre cómo hubiese estado cenando con mamá en este momento, y el viaje que planeamos con los chicos. Papá dijo que después hablaría con Jimin sobre ese tema.

Editado: 28/05/2021.