020

1.8K 108 2
                                    

Narra Seoyeon.

Me encontraba esperando a Jimin en la entrada de la escuela, él había dicho que lo esperara en la salida porque tenía que hablar con un profesor sobre algunos trabajos. En la espera, traté de tranquilizar y disimular mis nervios, sinceramente no sabía que íbamos hacer y no sabía que planes Jimin tenía hecho. También, mientras lo esperaba, me encontré con Yuna.

-¿Qué pasó entre Jimin y tu?- me preguntó, con el ceño levemente fruncido -confundida- y de brazos cruzados.

-Somos amigos- respondí, encogiéndome de hombros.

-¿No estabas enojada con ellos?- volvió a preguntar. ¿Por qué le interesaba tanto?

-Sí, pero los perdoné. Quise volver con nuestra amistad- respondí.

-¿Vamos, Seo?- preguntó Jimin cuando llegó a mi lado. Me ofreció su manos y yo la enganché con la mía.

-Sí- asentí -¡Adiós, Yuna!- me despedí de mí amiga rubia con la mano.

-¿A donde quieres ir?- dijo Jimin.

-Podríamos comprar comida y, luego, vamos a un mirador que está cerca, ¿te parece?- propuse. Sinceramente, no tenía mucha idea sobre lugares para tener citas... espera, espera, ¿esto es una cita?

-Sí, vamos- asintió.

Empezamos a caminar hacia un almacén en donde vendían comida y algunos snacks. Compramos dos vasos grandes de fideos instantáneos de distintos sabores. Le había comentado a Jimin que el mirador no quedaba tan lejos y que el ramen resistirá hasta llegar a ya, ya que él dudaba de que iba a hacerlo.

Nos subimos a uno de los autobuses que nos dejaba cerca de nuestra próxima parada y luego tendríamos que caminar un poco hasta llegar a nuestro destino. Las gaseosas que habíamos comprado, también resistieron junto a nuestro almuerzo.

El mirador era hermoso, creo que es el lugar más bonito que conocía de todo Seúl. Lo había encontrado en internet un día que estaba muy aburrida y no tenía mucho que hacer, y siempre quise venir a verlo. Nos habíamos sentado en una roca grande que había y, desde ahí, se pudo ver toda la ciudad.

-¿De donde sacaste éste lugar?- preguntó, con la mirada enfocada hacia el paisaje.

-Lo encontré por internet- contesté, limpiando mí boca.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo, mirandome.

-Ya estas preguntando- reí y él también -Sí, preguntame lo que quieras- le dije.

-¿Cómo falleció tu madre?- preguntó con cuidado. Él sabía que ese era un tema difícil de explicar para mí.

-Ella estaba enferma desde que yo tenía trece años y el año pasado fue que falleció, y mi papá quiso venir aqui para empezar una nueva vida y con mamá en nuestros corazones. Yo me acuerdo de que iba todo los días, después de la escuela, a verla, a contarle mí día. Ella se ponía contenta cuando me veía y yo también, pero se me rompía el corazón verla en una camilla- conté, con mí voz que se iba quebrando y Jimin parecía notarlo -Mi papá también se ponía contento cuando le decían que mi mamá iba mejorando y yo estaba esperando el momento para que ella vuelva a casa...- Jimin me interrumpió.

-Seo, no hace falta que me lo cuentes...- él me detuvo, acariciando mí espalda con su mano.

-Necesito decirlo- lo corté -Me habían dicho que mi mamá estaba mejorando y que todo estaba yendo por buen camino, pero unos días después, se sentía mal devuelta, y eso si me puso mal. Papá, aunque no me lo dijo, lo escuché llorar varias veces. Una noche, fui sola hasta en hospital, tenía catorce años, y entré a verla y ella ya estaba dormida, asi que tomé su mano y empecé a hablarle aunque no sabía si estaba escuchándome. Un año después, falleció- terminé. No pude contener mis lágrimas y lloré. No me importaba que Jimin me viera llorar, necesitaba decirle a alguien todo lo que sentía.

-Seo...- susurró -Ven aquí, hermosa- me atrajo a sus brazos.

-No sabes cuanto la extraño- seguí llorando en su pecho.

-Tranquila- susurró. Me separé de Jimin para mirarlo -Quiero que estés bien porque esta tarde te tengo una propuesta- sonrió mientras sacaba mis lágrimas.

Luego de que las lágrimas dejaran de salir por mis ojos, agarramos los sacos de nuestro uniforme y los extendimos en el suelo para recostarnos sobre ellos. Cambiamos de tema y hablamos sobre los planes para las vacaciones de verano, que se aproximaba. En un momento, me llegó un mensaje de mi padre para preguntarme en donde estaba y que si había llegado a casa. Le respondí que me encontraba con Jimin en un mirador, a unos pocos kilómetros de casa. La tarde iba pasando y todo estaba muy bien y todo iba muy tranquilo.

-Seo- Jimin me llamó.

-¿Qué pasa?- pregunté, apoyándome sobre mis codos. Jimin hizo lo mismo.

-Sé que me apenas me perdonaste a mi y a los chicos ayer, pero no puedo aguantar más. Quiero que dejemos de ser amigos y que seamos mucho más que eso - sentía que me estaba por pedir matrimonio en cualquier momento, pero mejor dejo esas imágenes para el futuro- Tu sabes lo que siento por ti- asentí -Sabes que me gustas- volví a asentir -Entonces... me gustaría saber, si te gustaría ser mi novia- dijo, sin despegar su mirada de la mía.

-No- mentí y vi decepción en su cara, también sus mejillas estaban sonrojadas -Me encantaría ser tu novia - respondí con una sonrisa. Me abalancé encima de Jimin, abrazándolo del cuello haciando que caigamos juntos hacia atrás. Yo arriba de él y él debajo mío.

-Te quiero- me susurró al oído mientras me rodeaba con sus brazos.

-Yo también- separé mí cara de su hombro para verlo.

-¿Ahora si puedo besarte?- preguntó sonriendo. Tenía sus dos brazos alrededor mío y su cara a escaso centímetros de la mía.

-No hace falta que me lo preguntes, novio- contesté, riendo. Pasé mis brazos por su cuello y lo atraje hacia mí para pegar nuestra bocas.

Editado: 23/05/2021.

¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora