¿Por qué?→𝐏. 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍 [✓]

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Narra Jimin.

Ahora, me encontraba en la peluquería, y me estaban tiñendo el pelo. Me sentía mal de haber dejado a Seo, junto a mis amigos, el día de su cumpleaños, pero luego, con el gran plan que estaba en marcha, se lo recompesaria.

El anillo que iba a regalarle, lo había comprado está mañana, aunque, en realidad, lo encargué hace unos días y hoy me avisaron que estaba listo y que podía ir a buscarlo. Ya todo estaba listo, sólo faltaba llevar a Seo a la playa. 

Nam me habia mandado un mensaje, diciendo que estaba en camino hacia el lugar de la sorpresa de mí novia. Yo, cada vez, me estaba poniendo más nervioso porque tenía miedo de que todo no salga como lo había planeado.

El tiempo en la peluquería se me estaba haciando demasiado lento y me ponía nervioso al pensar en el proceso de todo esto.

(...)

Ya estaba todo listo.

Por fin.

Solamente faltaba ir a buscar a Seo a su casa e ir a la playa. Me miré una última vez al espejo y salí de mi habitación. Bajé las escaleras y me encontré con mamá que están sentada en el sillón con un libro en su regazo. 

—Mamá, ¿como me veo?— le pregunté algo nervioso. Ella se levantó del sofá y se acercó a mí de brazos cruzados.

—Te ves muy bien, hijo— respondió ella, acomodando mi traje —Ahora ve, Seo te espero— dio unos golpecitos en mí pecho con su mano, sonriendo.

—Gracias, mamá— bese su mejilla y caminé hacía la puerta —¡Te amo!— le grité saliendo de casa.

—¡Yo también!— me saludó con su mano.

Salí de mi casa soltando un gran suspiro. No me podía encontrar más nervioso de lo que estaba. En todo el camino hacia a la casa de mi novia, estuve nervioso y no paré de repetirme de que todo saldría bien. Llegué a la puerta de su casa y me bajé del auto, suspiré por ultima vez. Toqué su puerta y ella salió de ahí, parecía que me estaba esperando.

Estaba vez, estaba vestida con un vestido negro, no muy corto, con tirantes y sus zapatillas blancas. Siempre va a estar bien vestida ante mi ojos.

—¿Que te hiciste?— preguntó al ver mi cabello.

—¡Feliz cumpleaños!— exclamé, sonriendo y alzando las cejas.

—Me dijiste muchas veces feliz cumpleaños por hoy. ¿Te teñiste el pelo por mi?— volvió a preguntar, sorprendida.

—Sí, ¿te gusta?— le pregunté.

—Me encanta— me abrazó —Gracias, por todo lo que hiciste el día de hoy— se separó de mi para ver mi rostro.

—Vamos, hay que irnos— tomé su mano.

Nos subimos al auto y conduje hacía la playa.

—No sabes lo nervioso que estaba— conté y dejé un beso en su mano.

—¿Por qué?— rió.

—Estaba planeando esto como loco mientras pensaba en ti— le sonreí.

—Eres lo mas— me dio un beso en la mejilla.

No le había comentado en todo el viaje a donde iríamos, aunque ella siguiera insistiendo, tenía que contenerme para que esto siga siendo una sorpresa.

La hora de viaje se hizo rapida, no tomó mucho tiempo. Nosotros hablábamos y ella me terminó de contar que hizo con el resto de la tarde con nuestros amigos.