Tú en ninjago (Libro 1 de 3)

capitulo 2

Pov's _

Mientras espero a mi madre, me he puesto a pensar y cuestionarme cosas.

¿Por qué nunca me ha contado mi madre quién es mi padre?.

Una vez me hablo de que ella tampoco conocía a su padre, quizás es por eso que ella no me dice quién es mi padre. Otra cosa que debo decir es que me gustaría en un futuro ir a Ciudad Ninjago, claramente cuando la reconstruyan, han pasado pocos meses desde que fue destruida, pero nos hemos enterado de que la están reconstruyendo rápidamente gracias a un señor muy inteligente que no recuerdo el nombre en estos momentos.

En fin, miro el reloj y me quedo hipnotizada por las manecillas que a mi parecer avanzaban lentamente, hasta que unos pasos me hacen desviar la mirada, encontrándome la cara de mi madre un poco pálida y preocupada, pero me sonríe al verme.

Diana: vámonos _— dice llegando a mi lado haciendo que me pare junto a ella, me abraza con su brazo por mis hombros, apegándome a ella— tenemos que hablar en la casa— voltea y veo al médico junto a nosotras un tanto serio— gracias por todo Lim.

Lim: claro— le responde vagamente y me observa a mí fingiendo una sonrisa, es fácil saber cuando este señor lo hace— cuídate _— me dice.

_: Adiós señor Lim— le digo despidiéndome con mi mano— vamos mamá— le hablo a mi progenitora y comenzamos a caminar.

El camino a casa fue un poco silencioso, mi madre estaba distraída y pensativa, lo veía en sus ojos, pero no quería presionarla, aunque me carcomía la curiosidad, voy a esperar a que ella hable, por lo menos hay una pequeña brisa que me tranquiliza y me deja perderme en mis pensamientos disfrutando del buen clima, estábamos en primavera por lo cual era bastante fresco el lugar.

Al fin llegamos a casa y lo primero que hago es ir a tomar agua a la cocina, debería de andar con una botella con agua, ya que suelo tomar bastante, escucho que mi madre se acerca y la observo fijamente para que me cuente como le fue.

Diana: _— se acerca a mi un poco dudosa— hija, tengo que hablar contigo sobre mi estado— lo dijo con una sonrisa un poco forzada, nos sentamos en las sillas y la miro un tanto preocupada.

_: claro, dime que sucede— trate de decirlo lo más calmada posible, aunque este muy nerviosa por lo que tuviera de contarme.

Diana:_, Lim me ha examinado y— hace una pausa mirándome asustada— tengo cáncer— me suelta y mi mundo se vino abajo— más bien, un tumor en mi cerebro— me explica calmadamente.

Simplemente, no podía asimilar lo que me dijo, no podía, de seguro era una broma por lo que reí nerviosamente porque no me parecía para nada gracioso.

_: mamá, tu broma no me hace gracia— le contesto pausadamente esperando a que se disculpara por aquella broma pesada y que lo que me dijo recién fuera mentira.

Y por su mirada pude deducir que no era ninguna broma, una lágrima bajó por su mejilla y mis ojos comenzaron a cristalizarse sin poder controlar esto y pude escuchar como la brisa pequeña que había hace rato se intensificó un poco. Mis ojos color miel comenzaron a derramar gruesas lágrimas sin control, tampoco es como que quisiera controlarlas.

_: mamá— pronuncio tapándome los ojos y esta se acerca para abrazarme— acaso tú vas a —no podía terminar la frase, no con los sollozos que salían de mi boca, sentía como me dolía el corazón y mil escenas de mi madre sin vida comenzaron a llegar a mi mente.