Tú en ninjago (Libro 1 de 3)

capitulo 4

Pov's _

En la mañana me levanté, desayune y me puse a caminar, claro que ya llevo varias horas, pero aun así sigo el mapa al pie de la letra o eso creo, no lose. El rocío de la mañana hace que el ambiente este fresco, por lo que no me preocupo del calor de esta jungla y según el mapa solo debo continuar derecho.

_: si mis cálculos no fallan, me faltarían solo unas horas más— hablo conmigo misma— ¡al fin!— estaba emocionada por salir de aquí, mientras camino estoy pensando en lo sucedido en estos días, literalmente mi vida ha cambiado mucho, en realidad cambio en el momento en que me entere de lo de mi mamá, recordarla aún me afecta, pero tengo que seguir adelante, yo sé que ella me está acompañando en este viaje y cada vez que “hablo con ella” por mis pensamientos está conmigo.

_: eso es lo que quiero suponer madre, que estás aquí conmigo— susurro y tomo en mi mano el collar de ella.

A veces me imagino que hubiera pasado si mi madre no hubiera muerto, yo creo que a esta hora estaría con ella en el jardín, mientras ella estaría viendo sus rosas y yo estaría pintando debajo del árbol que había al lado de mi casa y que estaba justo en frente del jardín, además estaríamos contándonos anécdotas y riéndonos de comentarios estúpidos. Una sonrisa involuntaria se asoma en mi cara al recordarla feliz y llena de vida.

_: esa montaña sí que es grande— digo al ver la mencionada, hace poco salí del laberinto superfeliz, pero al ver la montaña de enfrente esta felicidad se esfumó— muy bien es mejor que comience a subir, espero encontrar algún camino.

Apenas he cruzado algunas montañas y ya está oscureciendo, por lo menos no pasaré calor, pero aún me faltan unas cuantas montañas. Estas montañas son interminables, sé que el laberinto también lo es, pero mi aldea no estaba tan lejos de la primera montaña que subí, justo al frente visualizó una cueva, por lo que decido ir a investigar, al entrar pude percibir lo fría y húmeda que estaba, pero creo que no hay nada más adentro.

Después de investigar y comprobar que no había ninguna extraña criatura, solo había unos bichos pequeños, pero estos no me molestan en lo más mínimo, entre para instalar mi carpa. Ahora estoy comiendo frente a la fogata acurrucada en una manta, muy bien considero que a mitad del día podre cruzar este lugar y llegar al siguiente pueblo a pedir indicaciones, por lo que mejor me duermo. Apague la fogata y me dispuse a dormir cuando estuve lista.

Ya es de día y tengo un largo camino, por ende, es mejor que desayune pronto. Después de comer, salí con mis cosas y me estiré, a caminar se ha dicho, quisiera estar acostada en mi sillón o estirada en mi cama, extraño mi cama.

Han pasado las horas y estoy que llego a la cima de esta montaña que estaba subiendo, ahora que lo pienso estos días de mucha caminata me ayudaran a fortalecer mi resistencia. Miro la cima que se aproximaba a mí y espero que sea la última, al llegar arriba, puedo ver cuesta abajo un pueblo, por lo que sonrió muy contenta y comienzo a ir con el paso más rápido.

Al final corrí hasta llegar al pueblo el cual me recibe con una brisa fresca. Emocionada, comienzo a caminar mirando el lugar, donde hay muchas casitas y algunos locales, también pase por una plaza donde los niños jugaban alegremente, ojalá fuera una niña para divertirme como ellos y no preocuparme de nada. Visualizo una pequeña feria, por lo que entro y veo que todo es bonito, hay casi de todo, es genial.

_: ojalá tuviera dinero— susurro y me acomodo mi mochila para seguir caminando, pero me percato que a lo lejos están asaltando a una muchacha en su puesto y lo peor esos tipos tienen navajas.

Ladrón 1: dame todo— le amenaza burlón— ¿oh quieres quedarte con una fea marca en tu cara preciosa?— le cuestiona mientras sonríe— eso sería lamentable— dijo apuntándola con la navaja y lamiéndose los labios. Me fijo que había un par de ladrones más y estaban en otros puestos, la gente por miedo no podían hacer nada, solo mirar con miedo y escuchar las amenazas.