Tú en ninjago (Libro 1 de 3)

capitulo 48

Narrador omnisciente

El fracaso, algo tan repetitivo, algo que nunca falta, lo que no nos deja arriesgarnos, ya que le tenemos miedo. El fracaso es parte de la vida humana, de la vida cotidiana, algo que sin duda sentían los ninjas cuando fracasaron en su misión.

Después de varias horas, los nindroides habían llegado a Industrias Borg con las armas doradas para el Gran Tirano.

Pythor: al fin han vuelto— comenta mientras sacaba su larga lengua roja de serpiente, además entrecerró los ojos para mirarles fijamente.

General Cryptor: aquí están— le informa sin rodeos mostrándole las armas doradas.

Pythor: bien— suela con una sonrisa y mira buscando a unas personas— ¿dónde están los tres sujetos?— cuestiona confundido.

General Cryptor: ya no estorbarán— le responde de forma simple y sin ningún interés.

Pythor: de acuerdo— comenta de igual forma, sin mucha importancia— ¡llévenlas a la sala de construcción!— les ordenó a los nindroides quienes no tardaron en acotar órdenes.

Pasando las horas, los nindroides se formaban en fila para recibir a la mente maestra de este malévolo plan, el Gran Tirano, quien era demasiado alto y delgado, casi llegando a ser un simple esqueleto andante. Salió por una gran puerta mientras le acompañaba un ambiente tenso y lúgubre, tenía un semblante que helaría la sangre de cualquier ser vivo cerca de él. Apoyándose en un bastón con una armadura dorada y una capa que parecía el cosmos, comenzó a caminar frente a los nindroides quienes le observaban. Sus ojos rojos nunca dejaban de transmitir miedo y terror, mientras avanzaba ningún nindroide decía o hacía algo, todos contemplaban a ese monstruoso ser caminar intimidando a cualquiera.

Gran Tirano: ¡¿no han derretido las armas doradas aún?!— pregunta enojado y con poca paciencia.

Pythor: no se preocupe— le responde llegando a su lado con una leve reverencia en forma de respeto— todo estará listo para su reinado lleno de maldad, mi señor— le comenta mientras realizo nuevamente una reverencia— Gran Tirano— comenta mientras el amo del mal siguió caminando hacia un sujeto que era manipulado en su contra.

Gran Tirano: ¿Borg sigue aquí?— le pregunta de forma molesta al anacondrai blanco que caminaba a su lado— ¿de qué nos sirve ahora que el proyecto Arcturus ha terminado?— le cuestiona mientras estos dos seres se pusieron frente al mencionado que no se inmutaba con sus presencias, Pythor solo entrecerró los ojos pensando en que hacer con él.

El mayor mal de Ninjago no dejo que respondiera su cómplice con escamas y se encaminó a la sala donde las máquinas de Borg hacían el trabajo de derretir las armas doradas y construir algo que estaba destinado. Entro al lugar de forma lenta y al ver que su plan iba perfectamente rio macabramente.

Gran tirano: ¡sí, contemplen el nacimiento del Maestro Dorado!— grito mientras reía de lo maravillado que estaba.

Mientras tanto, el General Cryptor se había encargado de liberar la conciencia de Cyrus Borg quien ya estaba en sus cinco sentidos. El nindroide apenas contemplo que volvió en sí el genio lo lanzo al suelo de forma brusca, lastimando sus manos en el proceso y por obvias razones el pelinegro no podía caminar, además de huir de ese sitio.

Cyrus Borg: ¿van a liberarme?— pregunta con la última esperanza de que lo dejaran en paz mientras miro el sitio— ¿qué han hecho?— le cuestiona al nindroide— ¡¿qué es lo que han hecho?!— le vuelve a preguntar. Estaba impotente al ver a su alrededor y ver en lo que se había convertido su edificio.

General Cryptor: ahora verás a tu ciudad y a toda Ninjago caer— le dice serio causándole un malestar al genio quien sintió su estómago revolverse— te inclinarás ante un nuevo amo— comenta mientras comienza a reír burlón— aunque eso ya lo estás haciendo— le dice con burla mientras se alejó del hombre.