capitulo 18

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Pov's _

Despierto de manera lenta dando un suspiro largo, tal parece que dormí bastante, me levante estirándome y al ver por la ventana me di cuenta de que ya está oscuro por lo que decidí que era hora de salir. Al salir de la habitación comencé a golpear las puertas de las habitaciones de mis amigos, pero ninguno contesto, por lo que opte por ir a buscarlos a alguna parte del monasterio y da la casualidad de que me encontré a Misako.

_: hola— le saludo sonriente— ¿sabe donde están los chicos?— le cuestiono con un tono amable y está asiente.

Misako: sí— me dice mientras sonríe— están con mi esposo en su clase— respondió y alza su brazo derecho que sigo con la mirada— solo sigue derecho en el pasillo— me explica con un tono dulce.

_: gracias, nos vemos— me despedí de ella con una sonrisa y esta hace lo mismo en respuesta. Al llegar al final del pasillo vi a varias personas y a los chicos menos a Zane, dentro de una habitación muy amplia sentados al estilo indio dándome la espalda, sonreí comenzando a caminar y me senté al lado de Cole— hola chicos— les salude alegre a lo cual me miraron al instante.

Cole: hola— me contesta sorprendido— ¿cómo te sientes?— me cuestiona mientras los ninjas me regalaban una sonrisa.

_: bien gracias, dormí demasiado bien— le contesto— por cierto— alzo una ceja mientras me acomodo en mi lugar— ¿dónde está Zane?— les pregunto curiosa.

Kai: cuidando las tecno espadas— me responde simplemente y en ese momento escuché unos pasos, por lo cual todos los demás se quedaron en silencio. Dirigí mi mirada a una puerta corrediza de papel frente a nosotros, donde logre ver una sombra con cuatro brazos.

¡Cuatro brazos, qué locura!.

Me puse tensa, pero al instante sentí la mano cálida de Cole en la mía dándome apoyo, por lo que me sonrojé mucho, pero sentí seguridad al instante, por lo cual la apreté de vuelta sintiendo un zoológico en mi estómago.

La puerta se abre lentamente y vemos a un niño de cabellera negra abriendo la puerta para un hombre mayor, el cual le agradeció con una sonrisa a lo que parecía ser su ayudante. Al ver esto me tranquilicé y miré a Cole dándole a entender que estoy bien mientras nos soltamos de las manos dejando frío ese espacio que ocupaba su mano tan cálida.

Sensei Garmadon: ¡mi hijo!— exclama entusiasmado mirando a Lloyd con una gran sonrisa— que bueno que nos acompañes— dijo mientras ingresaba a la habitación con un bastón.

Lloyd: cuanto tiempo padre— lo saludo con su mano dándole una sonrisa, se notaba que estaba feliz. El padre de mi amigo caminaba frente a nosotros mientras pensaba.

Al fin conocí al Sensei Garmadon.

Jay: mira al nuevo Sensei— le dijo a Cole en un susurro, pues estaba sentado a su lado contrario al mío— se ve bien— le comenta sonriendo de manera leve.

Según lo que me contaron los ninjas un día en el cual no estaba Lloyd, el padre del rubio alguna vez fue muy malvado, todo un villano, hasta tenía cuatro brazos para controlar las armas doradas que yo no había oído de ellas nunca.

Sensei Garmadon: ¡silencio!— le dijo a Jay sacándome de mis pensamientos y lo golpea con su bastón, a lo que no pude evitar reír.

Jay: ¡eso me dolió!— se queja sobándose la cabeza con ambas manos, mostrando una cara de dolor.

Sensei Garmadon: cierra la boca y abre los oídos— le comenta sonriendo de lado. Se dio la vuelta y yo solo me reí otra vez, pero el Sensei me escucho, por lo que voltea a verme conectando su mirada con la mía mientras se dirigía hacia mí.

Tú en ninjago (Libro 1 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora