capitulo 37

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Narrador omnisciente

Mientras los ninjas lograron destruir al Gran Tirano en el digiverso, en la nave donde estaba Lloyd, comenzó a incendiarse cuando se presentaron algunas fallas que comenzaron a lanzar chispas hasta provocar aquel incendio que solo iba en aumento. El de ojos color verde, al ver esto y darse cuenta de que su poder ya no estaba siendo robado, comenzó a golpear el vidrio del contenedor que lo mantenía atrapado mientras pensaba que sus amigos al fin habían podido detener al Gran Tirano, pues no encontraba otra explicación ante la situación. Lloyd, después de algunos intentos más, pudo romper el contenedor de vidrio ganándose unos cortes que le causaron dolor, pero ignoro esto y rápidamente salió arrastrándose por el suelo mientras tosía por el humo en el ambiente.

Lo único que le importaba era salir.

Una pantalla casi le cae en la cabeza, pero la esquivo rodando, se incorporó de a poco, aunque se sentía bastante débil y al fin pudo ponerse de pie solo para abrir la puerta mientras una voz se escuchó.

“Autodestrucción en 10 segundos”.

Lloyd, con bastante angustia, comenzó a caminar lo más rápido que podía por el pasillo mientras cubría sus vías respiratorias con su antebrazo para evitar inhalar el humo. Después de caminar unos minutos llegó a la última puerta y al sitio solo le quedaban 4 segundos, el rubio abrió la puerta encontrándose con el mar tan extenso de color azul que lo rodeaba y no tubo de otra que saltar.

La nave se estrelló en el mar cuando le quedaba solo 1 segundo mientras Lloyd quedo aturdido por el impacto del agua, pero rápidamente se recupera y sale nadando hasta la orilla de una aldea que había a unas horas de la Ciudad de Ninjago.

En otro panorama, los ninjas no sabían donde estaban el rubio y la castaña, Pixal les contó que la última vez que estuvo, la de ojos color miel en la oficina, se encontraba enfrentando a los ladrones, por lo que los ninjas quedaron preocupados por ambos, primero iban a intentar contactarlos por el comunicador para saber sobre su situación. La nindroide de forma rápida tecleo en la computadora para comenzar a entablar el inicio de comunicación mientras los demás solo observaban la pantalla en espera de alguna señal.

Pixal: ¿Lloyd?— le llama una vez que activo la red de comunicación— ¿_?— cuestiona mientras su voz era firme— ¿pueden oírme?.

Los presentes estaban preocupados al no obtener respuesta, estaban por rendirse y pensar lo peor, pero para su sorpresa uno de sus amigos logro captar la señal de comunicación, por lo que no dudo en responder.

Lloyd: ¡aquí estoy!— habla con alivio de poder saber que alguien se contactaba con él. Todos de forma inmediata comenzaron a festejar— ¡estoy bien!.

Sensei Garmadon: ¡hijo!— dijo feliz al escucharlo bien, pero aún faltaba que _ diera señales de vida, aun así no pudo demostrar lo contento que estaba por recibir señales de vida de su hijo— ¿en dónde estás?.

Lloyd: ¡papá!— le dice mientras se emocionó al escucharlo— ¡estás vivo!— exclama con su tono de voz que era de pura felicidad, había soltado unas lágrimas que borro al instante— no estoy solo, estoy en una aldea remota— le comenta.

Apenas había salido del agua y llegado a la orilla, la gente lo vio y ayudo sin dudarlo, le curaron las heridas y le dieron de comer para que recuperara energías, después había percibido por su comunicador la voz de la nindroide llamándolo.

Sensei Garmadon: ¡quédate donde estás, iremos por ti!— le informa y su hijo asintió feliz, aunque no lo pudieran ver.

Lloyd: qué bueno— comenta suspirando, sintiendo a su cuerpo relajarse. Sus amigos estaban felices de escucharlo en buen estado, era un peso menos para ellos— porque mi poder dorado está un poco agotado— comenta bromeando mientras ríe y todos se rieron ante eso.

Tú en ninjago (Libro 1 de 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora