Élite: Amor verdadero

29.- Entre la vida y la muerte

Guzmán permaneció en el lugar de los hechos, no podía creer lo que estaba pasando. Estaban teniendo un fin de semana increíble y en un abrir y cerrar de ojos todo se convirtió en una pesadilla.

Él quería indagar que era lo que había pasado realmente, sabía que Samuel salió hecho una furia de la villa pero algo en él decía que había algo más en ese accidente.

Poco a poco fue acercándose a los policías que se encontraban ahí para indagar un poco.

-¿Tienen al responsable de este accidente? Pregunto Guzmán a un policía que se encontraba ahí.

-No chaval, un testigo dice que un tipo el cual aparentemente se encontraba bajo los estragos del alcohol intentó rebasarlo y eso fue lo que provocó el accidente de este auto, contestó el policía.

-Ah vale, dijo Guzmán.

-¿Porqué lo preguntas? Dijo el policía.

-Es que el tío que sufrió el accidente es amigo mío, contestó Guzmán. 

-Pues mira chaval, no hay nada confirmado pero al parecer los frenos fueron averiados intencionalmente, aún no hay confirmación por qué estamos esperando el reporte final. En cuanto sepamos algo les avisamos ¿vale? Finalizó el policía.

En ese momento Guzmán pensó en miles de cosas, como podía ser posible que alguien averiara los frenos.
Acababan de llegar del bar y el carro funcionaba muy bien, se supone que estaba en esa villa solo ellos y no había nadie más ahí. ¿O será que si había alguien más? Pensaba Guzmán.

-¡Joder! Dijo Guzmán.

Subió rápidamente a su carro y conducía a gran velocidad hacia la villa.

Mientras tanto...

Samuel era trasladado al hospital, Carla quien iba con el sostenía su mano, durante todo el camino ella no le soltaba.

Estaba en completo shock al ver a su novio en ese estado, estaba muy lastimado y no reaccionaba.

Llegaron al hospital y llevaban a Samuel a urgencias.

-Señorita, usted debe esperar aquí, indicaban las enfermeras.

-¡Por favor! Es mi novio decía ella sin querer soltarle.

-Si, pero no puede pasar, por favor, en cuanto tengamos noticias le hablaremos. Deje que los doctores hagan su trabajo por favor, le pidió nuevamente una enfermera.

Ella no sabía que hacer y en lo primero que pensó fue en hablarle a su padre.
Sabía que él sería un buen apoyo para ella en un momento así, pues tal parecía que Theo se comenzaba a llevar bien con su novio y estaba empezando a aceptar su relación.

-¿Bueno? ¿Carla, menudas horas de hablar? ¿Qué pasa? Preguntaba Theo muy desconcertado, pues ya era de madrugada y le parecía extraño que su hija lo llamase a esas horas.

-¡Papa por favor! Tienes que venir al hospital, logró decir Carla.

-¿Que ha pasado Carla? Preguntaba desesperado.

Ella no podía hablar, seguía sin creer lo que sucedía.

-¿Que coño pasa Carla? Me estás poniendo nervioso, decía Theo.

-Samuel ha sufrido un accidente y está muy mal, dijo ella.

-¿Que? ¿Pero como? ¿Accidente de que Carla? Preguntaba el.

-Tuvo un accidente en el carro papá, por favor necesito que vengas ya conmigo, suplicaba ella.

-En este momento tomó un avión de regreso hija, pero por favor no te muevas y espérame ahí, dijo el.