Élite: Amor verdadero

43.- Se acabo

Después de varios minutos intentando tranquilizar a Polo, su madre no lograba conseguirlo.

-Me estáis lastimando Polo, suéltame por favor, suplicaba Cayetana quien cada vez se sentía más cerca de las llamas del fuego.

-Andrea tenemos que hacer algo, hay que detenerlo o la va a lastimar, dijo Begoña.

Andrea tomó la decisión de tomarlo por la espalda para tratar de que él perdiera fuerza y soltara a Cayetana. Begoña al ver la acción de su esposa logró sacar a Cayetana de las manos de Polo.

Él estaba consumido por la ira a tal grado de empujar a su madre haciéndola caer al suelo, ahí fue donde él reaccionó.

-¡Perdón! ¡Mamá perdón! Decía Polo mientras con sus dos manos se tocaba la cabeza.

Begoña fue a ayudar a Andrea a ponerse de pie y a quien por fortuna no le pasó mucho, sólo sintió que se lastimó su muñeca izquierda.

Polo se encontraba sentado en el piso abrazando sus rodillas, estaba muy aturdido.

-¿Cariño pero que te pasa? Preguntaba Begoña mientras abrazaba a su hijo.

Polo lloraba como un niño pequeño, todo lo sucedido en ese momento le recordaba a aquella trágica noche en la que empezó a vivir toda esta pesadilla.

A los pocos minutos llegó personal de la clínica.

-¿Mamá quienes son estas personas? Preguntaba Polo.

-Hijo, ellos te llevarán a un mejor lugar. Ahí te ayudarán a pasar todo esto, contestó Andrea.

-No mamá, no. Te lo ruego, yo quiero estar aquí con ustedes, suplicaba el.

-Polo hijo, sólo será un tiempo. En esa clínica te van  ayudar y vas a mejorar ya lo verás, insistía Begoña.

-Mamá no estoy loco, por favor que no lleven, suplicaba Polo.

Sus madres no podían ni mirarle, ellas no estaban de acuerdo en mandarlo a internar a una clínica pero ante lo sucedido con Cayetana sabían que su hijo necesitaba ayuda antes de que cometiera alguna otra locura.

-¡Las odio, las odio! Gritaba Polo mientras el personal de la clínica se lo llevaba.
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En casa de Carla las cosas se estaban descontrolando, todos tomaban sin parar excepto Ander, Carla y Samuel.

-Joder Carla estos tíos no se cansan, refunfuño Samuel.

-Venga pero si es temprano y la noche apenas comienza tío, dijo Omar.

-Para algunos ya termino, Lu se quedó dormida, señalo Guzmán.

-Joder Carla, te dije que sólo debíamos de pasar el fin de semana nosotros solos, dijo Samuel.

-Calma amor ya veréis que no tardarán en irse y así podemos terminar lo que empezamos, dijo Carla al oído de Samuel.

-Venga, Lu ya se durmió y ya cogio su lugar pero ¿nosotros donde dormiremos? Preguntaba Guzmán.

-¿Que? ¿Como que en donde dormirán tío? Pues en sus casas ¿que no? Cuestiono Samuel.

-De ninguna manera tío, no pensaras que manejemos en este estado, contesto Guzmán.

-Venga tío si para eso están los Uber, si queréis les pido uno y ya, dijo Samuel.

-Que no tío que no, deberíamos de quedarnos y seguir la fiesta mañana, dijo Guzmán muy enfiestado.

Samuel solo suspiro derrotado, sabía que era imposible insistir pues sus amigos ya habían tomado la decisión de quedarse ahí y no podría estar a solas con Carla.