64.- Reencuentro

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Actualidad

Narra Samuel:

-No puedo negar que cuando vi a tu mamá después de cuatro años sentí una explosión de emociones en mi cabeza y mi corazón, estaba seguro que en ese momento mi corazón se saldría de mi pecho de lo rápido que latía—decía Samuel a Leo.

Carla sonreía ante las palabras de su esposo.

-Cuando la vi quise abrazarla muy fuerte y no soltarla nunca, que es lo que debí de haber hecho y no en ese momento, si no desde antes—aseguraba Samuel mientras soltaba un suspiro. Pero el orgullo es un mal consejero y no debí hacerle caso–Samuel suspiraba nuevamente. Pero bueno mi pequeño, sigue atento a esta historia que aún no termina y aprende de mis errores—decía Samuel a Leonardito quien seguía muy atento escuchándole...

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Los Rosón y los Garcia se encontraron en el mismo restaurante.

-¡La puta madre! Exclamó Samuel en voz baja, su madre alcanzó a escuchar lo que dijo su hijo y levemente le dio un codazo en el brazo.

-Carla mi niña—se acercó a saludarla Pilar depositando un beso en cada mejilla de la chica.

Samuel solo las miró un poco extrañado, pues le parecía raro que se saludaran con tanta efusividad. El se acercó a saludar a Theo y a Beatriz, los marqueses saludaron muy entusiasmados por ver al joven arquitecto y él les correspondió el saludo de la misma manera.

Pilar volteó a ver a Samuel y pudo notar ese brillo en los ojos de su hijo, el brillo de felicidad y amor que solo Carla lograba en él.

Carla sentía salir el corazón salir de su pecho, tenía años sin ver a Samuel y verle ahí después de tanto tiempo le hacía erizar la piel y acelerar el ritmo de su corazón.

-Hola Carla—saludó Samuel con una voz entre cortada y una sonrisa nerviosa. Si bien el chico se sentía herido por lo que hace algunos años había pasado, no podía ocultar que Carla era la única mujer que lo ponía de cabeza.

-Venga hijo ¿pero que es eso? Pregunto su madre. Saluda a Carla como se debe—le regaño Pilar.

-No es necesario que le obligues Pilar, creo que Samuel ya está grandecito como para que le estén indicando como saludar a alguien—respondió ella con firmeza.

Samuel iba a contestar pero Pilar no le dejó y se adelantó a hablar, sabía que las cosas estaban tensas entre ellos y no quería que se desatara una gran discusión.

-¿Vienen a comer aquí? Pregunto Pilar mirando a los marqueses.

-Si querida, Carla nos invitó y pues como apenas llegó hace unas horas con gusto aceptamos la invitación—decía la marquesa.

-Mi Samuel llegó ayer y también me invitó a comer—respondió Pilar muy feliz.

Carla y Samuel no dejaban de mirarse, por más que deseaban darse un abrazo y besarse, el orgullo de ambos no se los permitía.

-¿Que os parece si nos acompañan en la mesa? Podemos comer juntos, como en los viejos tiempos—sugirió Theo.

Samuel volteo a verle rápidamente y negó con la cabeza.

-De ninguna manera Theo, ustedes tendrán cosas de familia que charlar y no queremos incomodarles—respondió el joven arquitecto.

-Que va chaval, estamos en confianza ¿que no? Preguntaba Theo.

-No creo que debamos importunarles—respondió Samuel rápidamente.

-Pero de ninguna manera chaval, no hay manera de que ustedes sean inoportunos. En un tiempo fuimos familia y... decía Theo.

Élite: Amor verdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora