Élite: Amor verdadero

31.- La otra prueba

En el hospital Pilar y Carla se encontraban ya en el cuarto con Samuel, quien tenía sus ojos abiertos y verlas a las dos era la mejor cura que le podían ofrecer.

-¡Mi niño! No sabes cuánta angustia Samuel, cuando me entere sentí que el mundo se me venía abajo, dijo Pilar y acariciaba a su hijo.

-No te librarás tan fácil de este dolor de cabeza mamá, decía Samuel con la voz debilitada, pues aún no podía hablar muy bien.

Carla solo miraba ese reencuentro entre su novio y su madre, le parecían de lo más tiernos y sinceros.

Samuel vio a Carla, quien solo observaba el reencuentro de ellos.

-Acércate amor, le pidió Samuel.

Carla dio unos pasos hasta él y le tomo de la mano.

-Samuel, creí que nunca más volvería a verte, dijo ella.

-Nunca pienso dejarte, mi madre y tu son la razón por la cual me aferro a la vida, contestó él con mucho esfuerzo.

Carla sonrió ante aquellas palabras.

-Ya no hagas esfuerzo por favor, tienes que descansar para que agarres fuerzas y te repongas, dijo Carla.

En seguida entró el doctor Avellaneda.

-Samuel, qué gusto que ya estés despierto. Tengo ya las tomografías y todo está bien, no hay daño interno alguno y si sigues indicaciones y tomas la medicación como debe de ser muy pronto te recuperarás, dijo el doctor.

-¿De verdad doctor? ¿Mi hijo ya se encuentra bien? Preguntaba Pilar.

-Si señora, aunque aún no podrá irse en varios días, necesitamos seguir haciendo estudios pero hasta el momento todo va muy bien, finalizó el doctor.

-Gracias doctor le agradecemos, contestó Carla.

El doctor Avellaneda se retiró del lugar.

-Voy a salir un momento Samuel, tengo que hacer una llamada y ahorita regreso ¿vale? Dijo Carla.

-Si amor, aquí te espero le contestó Samuel en broma.

Carla salió de la habitación, necesitaba hablar con Guzmán.
Él se encontraba en la sala de espera con Nadia y Rebeca.

-Guzmán ¿Puedes venir un momento? Le pregunto Carla.

Guzmán se levantó y se acercó a ella.

-Vamos afuera, tenemos que hablar, dijo ella.

Los dos salieron del hospital para poder hablar sin que nadie les escuchara.

-Ya me podrás decir ¿qué pasa? Desde ayer te noto extraño y se que algo te pasa, decía Carla.

-Joder Carla, es que ayer pasó algo muy extraño, cuando llegue a la villa por los demás alguien me golpeó en la cabeza y me dejó aturdido en el piso. Pero eso no es lo peor, lo peor es lo que me dijo, decía Guzmán mientras sacaba un cigarrillo.

-¿Que te dijo? Preguntaba Carla curiosa.

-Que esto apenas era el comienzo y que todos sufriríamos, algo así, esto no se lo he dicho a nadie solo a ti. No quiero alarmarlos pero... decía Guzmán hasta que Carla lo interrumpió.

-Pero hay que decirles Guzmán, todos corremos peligro y tú y yo sabemos perfectamente quién está detrás de todo esto, decía Carla.

-Si, pero... decía Guzmán cuando Carla observó que Nadia se dirigía hacia ellos.

-Luego seguimos, Nadia viene para acá, alcanzo a decir Carla.

-¿Que hace acá? Preguntaba Nadia.