Élite: Amor verdadero

54.- Lejos

Después de varios minutos Samuel, Pilar y los demás llegaron al aeropuerto.

Estuvieron en la sala de espera unos minutos, hasta que llegó la hora de documentar y que Samuel ingresara al área de abordaje.

Primero se despidió de Ander y Omar.

-Échale ganas tío, saca el guerrero que llevas dentro de ti—dijo Samuel a Ander.

-Vale tío, veréis que así será. Cuando menos lo esperes estaremos visitándote—dijo Ander y se dieron un abrazo.

Omar se acercó y lo abrazó.

-Joder tío, te voy a echar mucho de menos—dijo Omar.

-Y yo a ti hermano, cuídate mucho—le pidió Samuel a su amigo.

Nadia se acercó con pesar a despedirse de su amigo.

-Cuídate mucho Samuel y sabes que cuando quieras hablar con alguien, cuentas conmigo—dijo Nadia abrazándolo.

-Joder macho, te voy a echar mucho de menos. Cuídate mucho y sabes que lo que sea que necesites siempre estaré para ti—aseguraba Guzmán.

-Yo también te voy a extrañe tío, gracias por tu palabras y lo tomaré en cuenta—contestó Samuel y ambos se abrazaron.
Y espero que vengan a visitarme de vez en cuando. ¡Voy a regresar eh! Que no se crean que se van a librar de mi tan fácilmente—aseguró Samuel.

-Ven acá hijo—dijo Pilar mientras le abrazaba y le acariciaba el cabello.

-Te amo mamá, cuídate y por favor en cuanto puedas ve a visitar a Carla—le pidió Samuel.

-No te preocupes hijo, cada semana iré a verla—le contestó pilar, dejando a Samuel más tranquilo.

-No te preocupes tío, yo también iré a visitarla—aseguró Guzmán.

-Gracias tío. Y ya es hora de irme, gracias por acompañarme y lo veo pronto—dijo Samuel mientras tomaba su maleta de mano.

Se dirigió hacia la entrada del área de abordaje, todos miraban como es que el chico poco a poco iba alejándose.

Samuel volteó por última vez y soltó una dulce sonrisa y un saludo de despedida a sus amigos y a su madre.

Llegó al área de abordaje y ahí espero unos segundo a que le indicaran cuando era el momento para abordar el avión.

Después de varios minutos el personal les indico por medio de los altavoces a los pasajeros a que fueran abordando ordenadamente el avión.

Samuel finalmente entró al avión y se dirigió a su asiento. Le esperaba un vuelo de siete horas, trataría de dormir para que el camino se hiciera más corto y así al despertar lo hiciera ya casi al aterrizar.

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Carla aún se encontraba fuera de su casa admirando el cielo y tomando un poco de aire. Ella hubiera deseado poder viajar con él y recorrer junto a Samuel el nuevo camino que estaba emprendiendo.

Tomó un poco más de aire y decidió que ya había llorado lo suficiente, aunque la partida de Samuel la desarmaba por completo no se permitiría derrumbarse.

Se levantó de aquel escalón en el que se encontraba sentada y entró a su casa, dispuesta a darse un baño, aplicarse algunas mascarillas y tal vez leer un poco antes de dormir.

Así fue como lo hizo, no tardó mucho en conciliar el sueño. A los pocos minutos, después de su última mascarilla se quedó profundamente dormida.