Élite: Amor verdadero

19.- Fuera de si

-Ahora si me vais a escuchar, dijo Polo mientras sostenía a Carla con fuerza y con una de sus manos tapaba su boca.

-¿Creíste que me quedaría como si nada? Yo estoy viviendo un infierno y tú muy feliz con el camarero muerto de hambre ese, decía Polo.

Carla como podía le suplicaba que la soltara pues él la sostenía con mucha fuerza y la estaba lastimando. Él la sostuvo por unos segundos del cuello, impidiéndole la respiración. Carla pataleaba e intentaba soltarse pero era casi imposible, Polo estaba incontrolable lleno de fuerza y furia.

-¿Qué? Quieres que te suelte? Pero si antes disfrutabas estar entre mis brazos. ¿Acaso ya se te olvidó? Decía Polo.
-Pues no os preocupéis que con gusto puedo volver a recordarte como te hacía temblar dijo este.

Lanzó a Carla hacia la cama y se postró encima de ella y ahí fue donde ella pudo gritar.

-¡Ayuda! Gritó Carla.

Polo estaba lleno de ira, estaba incontrolable e irreconocible. Con sus manos desgarraba la pijama de Carla mientras ella gritaba para que alguien le auxiliara.

-¿Señorita? Se escuchó que dijeron mientras trataban de abrir la puerta.

Polo se percató y enseguida se quitó encima de Carla y salió rápidamente por el balcón.

Cuando por fin Roberto el chofer de ella y Mireya su ama de llaves pudieron abrir la puerta Carla estaba en el piso, sostenía sus piernas, temblaba y lloraba incontrolablemente.

-Señorita, ¿Que le pasó? Preguntaron ambos mientras Mireya cogia una sábana para taparla mientras le abrazaba.

-Fue Polo, dijo Carla entre lágrimas.

Roberto salió al balcón y lo buscó, pero fue imposible pues Polo había logrado escaparse.

-Lo mejor será que llamemos a su papá dijo Roberto.

-De ninguna manera, contestó Carla.

-Entonces hablémosle a su novio, dijo Mireya.

-¡No! A Samuel mucho menos, esto no tiene que saberlo nadie, les prohíbo que digan una sola palabra de lo ocurrido esta noche aquí dijo Carla.

Mireya y Roberto no estaban de acuerdo pero tenían que acatar las órdenes de Carla.

-Señorita, cogere una silla y haré guardia fuera de su habitación esta noche dijo Roberto.

-Ten mi niña, toma este té que te prepare dijo Mireya.

Carla se encontraba más tranquila, ella era fuerte pero logró ver en Polo algo que nunca había visto en el, ella sabía que él estaba fuera de si.

Carla se quedó sola en su habitación mientras afuera Roberto custodiaba su puerta, no podía dormir pues sentía una sensación extraña en su cuerpo, la imagen de Polo lleno furia no podía sacarla de su cabeza.

Al siguiente día Carla no pudo despertarse para ir al colegio, pues había dormido pocas horas en la noche.
Mireya decidió no despertarla, sabía que ella necesitaba descansar.

En las Encinas Samuel esperaba a su novia, llegó el momento de entrar a clases y está aún no aparecía. Samuel le mando un mensaje pero Carla no le contestó.

A la hora del descanso Samuel se encontraba muy inquieto.

-¿Que pasa con Carla? Pregunto Nadia.

-No lo se tía, le envió textos pero no me contesta.

Samuel y Nadia estaban muy inquietos, an cambió Polo apareció muy fresco en la escuela, sonreía y se paseaba con su novia Cayetana por los pasillos como si nada.