Élite: Amor verdadero

48.- Caperucita y el Lobo

Los días pasaban y los alumnos del último curso en las Encinas vivían sus últimos días en el instituto.

Los chicos se encontraban en los vestidores, tenía clase de deportes y se alistaban.

-¿Como estáis tío? Preguntaba Samuel a Guzmán.

-Mejor que tú no estoy, digo por que tu andas viviendo la vida con tu suegrito comiendo mariscos y bebiendo Champagne, jugando a la familia feliz, le contestó Guzmán molesto.

-Joder tío ¿otra vez con eso? No podemos hacer más nada Guzmán, tienes que dejarlo pasar ya, respondió Samuel.

Guzmán se levantó de donde estaba sentado y se acercó a Samuel. Estaba muy molesto por la respuesta que le había dado su amigo, Ander quien estaba cerca de ellos logró darse cuenta de la tensión que había y decidió acercarse a calmar las cosas.

-¿Pero qué coño dices gilipollas? Pregunto Guzmán. Tu eras uno de los mas interesados en que esto se resolviera, pero bueno, ya veo que tu suegrito te ha llegado al precio, respondió este.

A Samuel no le parecieron para nada la respuesta de su amigo. Ambos se acercaron uno al otro quedando muy cerca y con mirada se retaban, eran amigos pero Samuel no iba a dejar pasar que Guzmán le echara en cara que Theo lo había comprado.

Ander se percató de todo y decidió ponerse en medio de ambos.

-Venga tíos que somos amigos ¿que no? Decía Ander tratando de calmarlos.

-¿Amigos? Un amigo no traiciona, respondió Guzmán y se alejó decepcionado de su amigo.

Ander se quedó con Samuel tratando de tranquilizarlo.

-Déjalo pasar tío, últimamente anda así de irritable, le contestó Ander.

Samuel solo asintió con la cabeza en señal de que lo dejaría pasar. Ambos salieron de los vestidores y se dirigieron a las canchas del instituto.

Carla estaba platicando con Lu, Samuel se acercó a ellas para comunicarle a Carla que trotaría al rededor de la pista, ya que él no podía hacer aún los ejercicios que les ponían en la clase.

Samuel estaba trotando cuando a los pocos minutos le alcanzó Rebeca y empezó a trotar a un lado de él.

-¿Como estas tronqui? Le pregunto ella.

-Bien, contestó secamente Samuel.

-Venga tío que ya se que no quieres hablarme, pero me gustaría que me escucharas, le pidió ella.

-Pues tú dirás, contestó Samuel.

-Mira tío la verdad es que estoy muy arrepentida por lo que hice, yo te juro que nunca me imaginé la locura que tiene ese Polo en la cabeza, dijo Rebeca.

Rebeca se estaba disculpando y excusando.

A lo lejos se encontraba Carla con Lucrecia, quienes por supuesto no les pasó desapercibida la conversación entre Samuel y Rebeca.

-Coño amiga, esa narco barbie se le resbala en tu nariz a Samuel, dijo Lu.

-Me tiene harta esa tía. Ya no sé en qué forma ponerla en su lugar, contestó Carla furiosa.

-Es una zorra ofrecida, exclamó Lu en apoyo a su amiga. Y mira que vi bien a Samuel aquel día en tu departamento y deberías de cuidarlo mejor de esa resbalosa cari, dijo Lu.

Carla estaba furiosa ante lo que estaba presenciando, pero no quería hacer un escándalo en el instituto, ya vería la forma en la que se la cobraría a Samuel.